Se convirtió en el fenómeno musical-mediático del año. Ya desde su primera aparición en The Voice, Sor Cristina Scuccia fue coronada como ganadora moral del concurso televisivo para promesas de la canción. Ayer por la noche llegó el triunfo: la joven religiosa siciliana de 25 años ha ganado el concurso con el 62% de los votos. Al concluir su canción, sor Cristina pidió rezar un Padre Nuestro «todos juntos, de la mano» con los otros presentes en el estudio de televisión.
Durante estos dos meses, sus actuaciones han dividido a la crítica y al público. Si por una parte era más bien difícil dudar de las notables dotes de cantante de sor Cristina, por otro lado su participación en The Voice, había suscitado un amplio debate sobre si era o no oportuna la presencia mediática del clero o de los religiosos, de forma particular en la pequeña pantalla.
Su primera prueba en el programa dio la vuelta al mundo, y transmitida por medios de comunicación de todo el mundo. Incluso la actriz Whoopi Goldberg publicó un tuit al respecto, recordando su histórica interpretación en la película Sister Act.
Pero no han faltado las críticas de los que decían que sor Cristina banalizada la imagen de la vida consagrada, y por ir como «oveja en medio a los lobos» en un ambiente secularizado y competitivo como lo es el televisivo. Pero, tras la victoria, la protagonista de esta edición en The Voice dio las gracias «a todos aquellos que me han ayudado en este momento difícil».
Su coach, el rapero J-AX no escondió su emoción y ayer indicó que «el clamor mediático me ha impactado a mí y no puedo imaginar lo que ha podido ser para una monja de 25 años». Por su parte, otro de los coach, Piero Pelù, afirmó que sor Cristina en estos meses «ha sido buena también al gestionar el estrés por todo lo que se ha dicho».
Por su parte, la religiosa siciliana siempre ha dicho que quiere utilizar su canto para abrirse camino en el mundo de los jóvenes y implicarles en la obra de evangelización.
