Representantes de los católicos, los judíos y los musulmanes firmaron el pasado sábado en el Cabildo de Buenos Aires la «Declaración por la paz y convivencia entre los pueblos», en la víspera de la oración por la paz en el Vaticano, a la que el Santo Padre invitó a los presidentes Shimon Peres, de Israel y Mahmoud Abbas, de Palestina.
El acta fue suscripta por el presbítero Fernando Gianetti, responsable del Diálogo Interreligioso de la arquidiócesis de Buenos Aires; Fabián Ankah, presidente del Centro Islámico de la República Argentina (CIRA) y Julio Schlosser, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).
Este documento tiene como antecedente la declaración conjunta «Contra toda forma de fundamentalismo y terrorismo», de agosto de 2005 firmada en la curia porteña por el entonces cardenal Jorge Bergoglio, Luis Grynwald (AMIA) y Omar Massud (CIRA).
Texto de la declaración
Nosotros, ciudadanos argentinos, provenientes de diversas tradiciones religiosas de raíz abrahámica, y destacando la convivencia interreligiosa existente en nuestra Nación.
Declaramos:
Que somos hijos de Dios Único, que reina en el Cielo y la Tierra.
Que la iniciativa del diálogo interreligioso se orienta hacia la búsqueda de la paz y la fraternidad entre los pueblos.
Que la convivencia y el respeto se perfeccionan en el amor al prójimo.
Que nuestra civilización debe bregar por la dignidad del hombre.
Que el espacio interreligioso tiene su base en la libertad y la fe de conciencia, en el respeto al diferente, a su cultura, a sus costumbres, a sus valores, a sus creencias y a sus visiones.
Que sin libertad y justicia los pueblos permanecen en el atraso y la violencia.
Por ello nos comprometemos:
A amar y servir a Dios forjando a través del servicio del diálogo entre las religiones monoteístas, el anhelo de paz y encuentro entre los seres humanos.
A reconocernos iguales unos a otros.
A defender el contenido humanista existente en el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, en todas sus expresiones.
A bregar y educar por la paz y el entendimiento entre las comunidades y los pueblos.
A ceder y enseñar a ceder por un bien superior.
A ser creativos y brindar soluciones para enfrentar los desafíos que el tiempo nos exige.
A entender que la unidad es superior al conflicto y el todo superior a las partes.
Quiera Dios, Padre de Jesucristo para los cristianos, Allah en árabe, Elohim en hebreo, acompañarnos a emprender esta tarea.