Concluye hoy en Londres la cumbre de cuatro días contra la violencia sexual en los conflictos, que cuenta con la participación de ministros de 132 países y que este viernes verá las intervenciones del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry y del ministro de Exteriores británico, William Hague.
Ayer jueves por la tarde en una mesa redonda intervino el cardenal Vincent Nichols, que citando una frase del papa Francisco recordó como la violencia sexual “es una herida profunda en el cuerpo de la humanidad” y que no lo justifica el hecho que sea antigua como los hombres, porque “sigue siendo una vergüenza”. Reiteró la importancia de “la voluntad internacional de decir no a este crimen” y recordó que en algunos países los soldados consideran que es un deber cometer esta aberración.
Lo reportó anoche la agencia de noticias SIR, añadiendo que junto al primado católico de Inglaterra y Gales, hablaron el experto en derecho islámico, Sheikh Abdallah Bin Bayyah; el arzobispo de la Iglesia anglicana de Burundi, Bernard Ntahoturi; el representante de la organización “Tearfund”, Solange Mukamana; y el vicedirector de la Unaids, Luiz Loures.
El cardenal británico calificó como un verdadero éxito esta cumbre contra las violencias en los conflictos, que desde el martes pasado se reune en el centro Excel de Londres, porque precisó, “se está comenzando a decir ¡basta, esto no debe suceder más!”.
Y porque se están poniendo a punto los instrumentos jurídicos internacionales que servirán para perseguir a los culpables y castigarlos, cambiando aquella mentalidad equivocada que hasta hoy no se ha preocupado por las víctimas que sufren heridas y vergüenza.
De hecho, entre los objetivos de la cumbre está lograr que los dos tercios de los países que adhirieron hace seis meses a la ‘Declaración de Compromiso para poner Fin a la Violencia Sexual en los Conflictos’, firmen un protocolo con medidas concretas, para presionar a las naciones que los cometen o permiten, y para que no decaigan en el tiempo y sean amnistiados, porque son crímenes de lesa humanidad.
“Me empeño –aseveró el arzobispo de Westminster– a trabajar con ustedes para obtener estos objetivos”, y felicitó sea al ministro de exteriores británico, William Hague, que a la actriz estadounidense Angelina Jolie, por esta cumbre que nace después de dos años de campaña internacional de sensibilización.
El cardenal citando las estadísticas presentadas, consideró revelan “un increíble y chocante” aumento de las violencias sexuales, en las diversas partes del mundo afectadas por la guerra, e indicó que “el daño causado a la dignidad humana de tantas víctimas es tan radical y permanente” que no existen palabras capaces de expresarlo.
Es necesario, prosiguió, eliminar este vergonzoso delito, es necesaria “una nueva mentalidad radicada en una moral que no considera la guerra como una excusa para abandonar los principios éticos”.
«Las medidas legales propuesta por esta cumbre para perseguir a los criminales de guerra encuentran raíces en los principios morales y de justicia defendidos también por la Iglesia católica” dijo. Y concluyó recordando que “el comportamiento sexual es muchas veces el tornasol del respeto y del honor reservado a las mujeres”.