El patriarca caldeo, monseñor Louis Sako, invitó a todas las comunidades caldeas en territorio iraquí y a los fieles en el resto del mundo a dedicar el miércoles 18 de junio al ayuno y la oración por el restablecimiento de la seguridad y la estabilidad en Irak. “La oración y el ayuno pueden cambiar los corazones de la gente y animarles al diálogo y al respeto mutuo, con la bendición de Dios».
El patriarca hizo este llamado por la paz en Irak mientras se encuentra de visita pastoral en los Estados Unidos, donde viven numerosas comunidades caldeas, informó la agencia de noticias AICA.
El patriarca y otros obispos caldeos que se encuentran en el exterior están siguiendo con preocupación los dramáticos acontecimientos provocados por la caída de Mosul, la segunda ciudad en importancia, en manos de militantes yihadistas del denominado Estado Islámico de Irak y del Levante (Isil). Los prelados regresarán al país esta semana. Hasta hoy, según consigna Fides, mantienen la fecha de reunión del sínodo de la Iglesia caldea, previsto para los días 24 al 28 junio. </p>
En principio, la cumbre del episcopado caldeo debía celebrarse en Bagdad, pero en los últimos días se decidió trasladarla a Ankawa, cerca de Erbil, capital del Kurdistán iraquí. El traslado de la sede a una región controlada por los kurdos y no afectada por el conflicto facilitará la participación de los obispos de Mosul y Kirkuk.
La agenda del sínodo estaba centrada inicialmente en cuestiones pastorales y en la vida interna jurisdiccional de la Iglesia, tales como la elección de nuevos obispos para las sedes episcopales vacantes y la unificación de los rituales en las celebraciones litúrgicas del bautismo y el matrimonio.
«Obviamente, la nueva situación en Irak comportará un cambio en el orden del día. Los obispos evaluarán juntos las nuevas emergencias que marcan la situación de las comunidades cristianas y de todo el país», explicó el padre Albert Hisham, portavoz del patriarcado.