Concluyó en Bolivia la Cumbre del G77 + China, que se ha celebrado los días 14 y 15 de junio en Santa Cruz, lanzando una nueva hoja de ruta para un orden mundial más justo y enviando un llamamiento a la ONU para mantener el objetivo de erradicar el hambre y la pobreza para el año 2030.
“Se trata de un encuentro con una importancia crucial para el diálogo multilateral, pues sin la participación activa y el compromiso del G77 sería difícil encontrar consenso en importantes cuestiones sobre el desarrollo”, ha dicho en la nota enviada a Fides desde Bolivia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon que ha participado en la cumbre.
Su Exc. Mons. Sergio Gualberti, Arzobispo de Santa Cruz, en su homilia del domingo pasado, ha expresado su deseo de que “los gobernantes y representantes del G77 + China, logren convertirse en servidores del bien común, de la unidad y de la paz entre los pueblos”.
Días antes el arzobispo había invitado a la comunidad cristiana a rezar por el éxito de la cumbre de forma que también Bolivia “se comprometa en perseguir el objetivo principal de la Cumbre, la erradicación de la pobreza de la población”.
El G77 en su fundación en 1964 contaba con 7 miembros y en la actualidad incluye a 133 países, que representan dos tercios de los miembros de Naciones Unidas y aproximadamente el 60 por ciento de la población mundial.