El cardenal Tauran escribe a los musulmanes con ocasión del final del Ramadán

En el mensaje se invita a «construir puentes de paz donde musulmanes y cristianos sufren el horror de la guerra»

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El Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso ha enviado a los musulmanes del mundo entero un mensaje con ocasión del fin del Ramadán con el título: «Hacia una auténtica fraternidad entre cristianos y musulmanes». El texto está firmado por el presiente y el secretario del dicasterio, el cardenal Jean-Louis Tauran y el padre Ángel Ayuso Guixot, M.C.C.J. Tal y como se recuerda en el texto, el año pasado fue el santo padre Francisco quien firmó personalmente el mensaje dirigido a los musulmanes para esta ocasión.

«Cristianos y musulmanes son hermanos y hermanas de la única familia humana, creada por el único Dios», se afirma el mensaje. De este modo, se invita a recordar lo que dijo el papa san Juan Pablo II a algunos jefes religiosos musulmanes en Nigeria en 1982: » Todos nosotros, cristianos y musulmanes, vivimos bajo el sol de un único Dios misericordioso. Creemos todos en un solo Dios Creador del Hombre. Aclamamos el señorío de Dios y defendemos la dignidad del hombre en cuanto siervo de Dios. Adoramos a Dios y profesamos una sumisión total a Él. En este sentido podemos por tanto llamarnos los unos a los otros hermanos y hermanas en la fe en un solo Dios».

Asimismo, el mensaje exhorta a dar gracias a Dios «por todo lo que tenemos en común, aún siendo conscientes de nuestras diferencias. Nosotros percibimos la importancia de la promoción de un diálogo fructífero basado en el recíproco respeto y amistad. Inspirados por nuestros valores compartidos y reforzados por nuestros sentimientos de genuina fraternidad, somos llamados a trabajar juntos por la justicia, la paz y el respeto de los derechos y de la dignidad de cada persona».

Por otro lado, el dicasterio para el Diálogo Interreligioso reconoce que «nos sentimos particularmente responsables de los más necesitados: los pobres, los enfermos, los huérfanos, los migrantes, las víctimas de la trata humana y todos aquellos que sufren a causa de cualquier tipo de dependencia».

Por otro lado, en el mensaje se recuerda que el mundo actual «debe afrontar graves desafíos que exigen solidaridad por parte de las personas de buena voluntad». Y así, «estos desafíos incluyen las amenazas del ambiente, la crisis de la economía global y altos niveles de desempleo especialmente entre los jóvenes». Estas situaciones -continúa el mensaje- generan un sentido de vulnerabilidad y una falta de esperanza en el futuro.

Por eso, «no debemos tampoco olvidar los problemas afrontados por tantas familias que han sido separadas, dejando a sus seres queridos y a menudo también a niños pequeños».

De esta forma, en el mensaje del dicasterio dirigido a los musulmanes por el fin del Ramadán, indica que «trabajamos juntos para construir puentes de paz y promover la reconciliación especialmente en las áreas en las que los musulmanes y cristianos sufren juntos el horror de la guerra».

Para finalizar, se desea que «nuestra amistad pueda inspirarnos siempre a cooperar en el afrontar estos numerosos desafíos con sabiduría y prudencia». Y añade «demostraremos también que las religiones pueden ser fuente de armonía y ventaja para toda la sociedad». Al concluir el mensaje se invita a rezar para que la reconciliación, la justicia, la paz y el desarrollo permanezcan nuestras primeras prioridades, para el bienestar y el bien de toda la familia humana».

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Staff Reporter

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