La esperanza está en Jesús. Esta tierra pide ser cuidada y preservada, pide tener la valentía de decir no a todo tipo de corrupción y de ilegalidad. Pide a todos ser servidores de la verdad y asumir en toda situación el estilo de vida del Evangelio, que se manifiesta en el don de sí y en la atención al pobre y al excluido.  

Este ha sido el mensaje que el santo padre Francisco ha querido dejar a los fieles de Caserta, ciudad italiana que ha visitado esta tarde de sábado, 26 de julio. En este breve viaje a esta localidad situada a 200 km al sur de Roma, el Santo Padre ha tenido ocasión de reunirse con los sacerdotes de la diócesis y de celebrar la eucaristía en el día de la patrona de la ciudad, Santa Ana.

Una región conocida también como "Tierra de los fuegos", haciendo referencia a la basura tóxica y peligrosa, que destila de la tierra y se cobra numerosas víctimas desde hace años. Una tierra marcada también por la actividad criminal de la Camorra.

El Papa ha salido del Vaticano en helicóptero en torno a las 15.00. A su llegada al helipuerto de la Escuela de Suboficiales de la Aeronáutica Militar en el Palacio Real de Caserta, Francisco ha sido acogido por monseñor Giovanni D’Alise, obispo de Caserta, y por otras autoridades locales. A continuación, se ha reunido con los sacerdotes de la diócesis en el Círculo de Oficiales de la Aeronáutica Militar. Para finalizar la breve visita a Caserta, el Papa ha celebrado a las 18.00 la santa misa en la plaza adyacente al Palacio Real, en presencia de una gran multitud de fieles.

Recibido con gran entusiasmo, aplausos y emoción, el Pontífice pasó con el jeep por los pasillos creados en la plaza para poder saludar y bendecir a los presentes. Mientras tanto, la música y la oración preparaba el ambiente para la celebración eucarística. Banderas de colores y pancartas daban la bienvenida al Obispo de Roma.

Durante la homilía, el Papa ha reflexionado sobre las parábolas del campesino y el comerciante que encuentran el tesoro y la perla preciosa. Estas parábolas, "hacen entender que el reino de Dios se hace presente en la persona misma de Jesús", ha recordado. Por otro lado el Papa ha dado unas palabras de aliento frente a los fuertes desafíos a los que se enfrentan en esta provincia italiana. "Yo no puedo daros la esperanza", ha advertido, "pero yo puedo deciros: donde está Jesús hay esperanza. Donde está Jesús se ama a los hermanos, se compromete a cuidar su vida y su salud también respetando el ambiente y la naturaleza. Y esta es la esperanza que no desilusiona nunca. La que da Jesús". Finalmente, Francisco ha hablado sobre la figura de Santa Ana, la "mujer que ha preparado a su hija para ser reina, para ser la reina del cielo y de la tierra". Esta abuela -ha dicho el Papa- ha hecho un buen trabajo.

Al concluir la misa, el obispo de Caserta ha dedicado unas palabras para hablar de la realidad de la diócesis y ha dado las gracias al Santo Padre en nombre de todos. Asimismo, Francisco ha dado las gracias por la acogida calurosa que ha recibido. Pero, las últimas palabras del Santo Padre han sido para los napolitanos. "He oído que los napolitanos igual están un poco celosos, no lo sé. Pero quiero asegurar a los napolitanos que este año seguramente iré a verles", ha anunciado.

En una entrevista a Radio Vaticana, monseñor D'Alise, antes de la llegada del Papa explicaba que "estoy viendo una ciudad en fermento, pero no solo la ciudad, también muchas personas de otras parte de Campania estarán presentes". Y añadía "nosotros estamos a la espera de una palabra del Santo Padre, porque aquí en Caserta vivimos también, como todos repiten continuamente, una situación difícil". Asimismo indica que en estos dos meses como obispo la frase que más ha escuchado decir ha sido "situación difícil" a nivel civil pero también a nivel eclesial. "La visita del Papa será para nosotros consolación y ánimo", ha observado.