La adolescente pakistaní Malala Yousafzai y el presidente de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, el indio Kailash Satyarthi, han ganado el Nobel de la Paz 2014.
Malala defiende el derecho a la educación de las mujeres y es conocida porque sufrió un atentado del extremismo talibán al que sobrevivió milagrosamente. Satyarthi se ha destacado por su constante labor en favor de la educación de los niños.
El 9 de octubre de 2012, un grupo de islamistas detuvieron el autobús escolar en el que Malala volvía a su casa del colegio y un miliciano apenas la identificó le disparó a quemarropa en la cabeza. Malala fue dada por muerta por el extremista, pero sobrevivió y fue llevada a un hospital en Birmingham, en el Reino Unido, donde estuvo seis días en estado de coma. En su autobiografía Malala que hoy vive en Inglaterra cuenta: «Estaba aterrorizada. Lo único que sabía era que Alá me había bendecido al concederme una nueva vida».
Malala Yousafzay, trabaja para la fundación que lleva su nombre en favor de mayores libertades para la mujer en todo el mundo y en su país, Pakistán. La pequeña se hizo famosa en 2009, a los 11 años, por tener un blog en su idioma local en la web de la BBC, en el que denunciaba los ataques de los islamistas paquistaníes contra las niñas y las instituciones educativas para las mujeres.
Kailash Satyarthi, llamado también el Gandhi de los niños, ha liberado en India a unos 80 mil menores obligados a trabajar como esclavos. Su trabajo ha recibido diversos premios: el Galardón Internacional Alfonso Comin; el Premio Internacional de Derechos Humanos Robert F. Kennedy; y el Premio Internacional Derechos Humanos Fredric Ebert de Alemania.
Kailash Satyarthi, con una licenciatura en ingeniería eléctrica y una especialización en alta tensión, está casado y es padre de dos hijos.
Para la edición 2014 del Premio Nobel de la Paz fueron nominados 278 candidatos, una cifra enorme, entre los cuales figuraban los nombres del papa Francisco y del ex empleado de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Edward Snowden, conocido por el «Datagate».
Entrevistado por AsiaNews, el ex ministro y activista católico Paul Bhatti, líder de la All Pakistan Minorities Alliance (APMA), dijo que el premio otorgado a Malala es un «gran estímulo» no sólo para ella, sino para los que luchan por los derechos en Pakistán. Y El activista musulmán Iftikhar Ahmed, coordinador del South Asia Partnership Pakistán (SAP-PK), elogió la valentía de Malala «contra la talibanización y el extremismo», el premio es una fuente de «orgullo» para el país. «Es un modelo de mujer contra el fanatismo religioso».