España: una exposición con fondos públicos despierta la polémica

En el museo Reina Sofí­a, se incluye la obra «cajita de fósforos», el padrenuestro feminista y otras que ofenden a la religión católica

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Una protesta todavía en sordina, porque acaba de ser inaugurada en España ha suscitado una obra, Cajita de fósforos (2005), un montaje del colectivo argentino feminista Mujeres Públicas, incluida en la exposición Un saber realmente útil, del Museo Reina Sofía.

<p>La obra que ha sido considerada por diversos críticos como una incitación a quemar iglesias, en realidad, recoge el pensamiento del anarquista Kropotkin que inspiró al anarquista Durruti, incitador de lo que luego fue el desastre de centenares de iglesias y conventos quemados en la persecución religiosa que sufrió España hasta 1939 del siglo XX. El museo ha salido al paso para subrayar su respeto “a la libertad de expresión y la libertad de creación artística”.

La obra discutida muestra una caja de cerillas con la frase “La única iglesia que ilumina es la que arde. ¡Contribuya!”, atribuida al pensador ruso Piotr Kropotkin, 1842-1921, que fue lema del líder anarquista español Buenaventura Durruti, 1896-1936.

El centro cultural público ha colocado en la entrada de la exposición –cuyo ingreso es gratuito– un cartel que avisa: “El contenido de algunas de las obras puede herir la sensibilidad del espectador. Las obras de arte de esta exposición representan únicamente las opiniones de sus autores”.

Mujeres Públicas “realiza un trabajo participativo, con acciones que promueven el debate y dejan en evidencia a determinados filósofos”, explicaron fuentes del museo a los medios. Entre las organizaciones más indignadas con «Cajita de fósforos» está la plataforma ciudadana Hazte Oír que acusa al Reina Sofía de “incitación a quemar iglesias”.

Aunque no creamos que los españoles de hoy sean tan influenciables como aquella gente ignorante y desesperada, por la situación social de los años 30 del siglo XX en España, sí es verdad que probablemente era una obra evitable. Sobre todo por los recuerdos que trae no sólo de aquella época, sino de los actuales atentados en diversas catedrales e iglesias españolas, tanto por incontrolados islamistas, como por grupos neolaicistas, con origen principalmente en las universidades españolas. Los atentados a iglesias y capillas se han convertido en un despreciable entretenimiento de jóvenes imitadores de aquellos anarquistas.

Ante la petición de Hazte Oír de que se retire la obra, el Reina Sofía manifestó en un comunicado su respeto por “todas las creencias y la libertad de opinión de las personas que han sentido herida su sensibilidad”. Afirmó que “no ha censurado ni puede censurar la obra de un artista, pues atentaría de lleno contra la libertad de expresión, que viene amparada en nuestra Constitución. El censurar una obra violaría el derecho a la difusión artística”.

«Sería condenable que una confesión religiosa pidiera dinero al Gobierno para insultar a mujeres feministas», dice Hazte Oir. Por el mismo motivo, resulta condenable que un grupo de mujeres feministas haya recibido recursos del Gobierno para insultar a una confesión religiosa.
El argumento de Hazte Oir es que el Museo es una institución pública que se costea con dinero de los ciudadanos. «Así nuestro dinero sirve para insultar a los ciudadanos. Pide al director del Museo que retire de la muestra los contenidos insultan a los cristianos». «Corremos con los gastos de este encuentro de insultos a los cristianos a través del Ministerio de Cultura, del que depende el Museo Nacional Reina Sofía».

La exposición, que se titula “Un saber realmente útil”, muestra obras de 30 personas y grupos, y entre ellos figura un colectivo feminista argentino denominado Mujeres públicas. Estas “mujeres públicas” son las que consideran que es arte incitar a quemar iglesias. Es decir, se considera un saber útil quemar iglesias, para lo que se muestra el dibujo de una iglesia y, al lado, una cajita de cerillas.

La exposición muestra también un “padrenuestro” feminista que dice así: “Concédenos el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo. Y danos la gracia de no ser ni vírgenes ni madres. Líbranos de la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para que seamos nosotras las que decidamos por nosotras. Ruega porque el poder judicial no haga suyos los mandatos de la Iglesia y ambos nos libren de su misógina opresión. Venga a nosotros el derecho a cuestionar si es bendito el fruto de nuestro vientre. No nos dejes caer en la tentación de no luchar por nuestros derechos. Y concédenos el milagro de la legalidad del aborto en Argentina. Amén”
Y también propone corear gritos como estos: “El Papa es argentino y el aborto clandestino. Si el papa fuera mujer, el aborto sería ley».

Según la dirección del museo «‘Cajita de fósforos’ ha sido mostrada en otras exposiciones y utiliza una expresión propia de un contexto histórico específico, y solo puede ser interpretada y discutida metafóricamente en el presente” –explica–. Además, una obra de arte no tiene una única interpretación y ofrece siempre la posibilidad de expresión de múltiples puntos de vista sobre ella”.

La exposición «Un saber realmente útil» permanecerá abierta hasta el 9 de febrero.
La muestra, un poco caótica y ciertamente interesante para reflexionar sobre muchos desastres de nuestro pasado reciente, es un «totum revolutum» que abarca muchos países y muchos campos del saber y de la actividad humana en la que se mezclan campesinado, arte, educación, activismo político, racismo, colonización, educación de las mujeres, misoginia, crítica de sistemas políticos que indoctrinaron a su población –es decir, casi todos— Mezcla también objetos, escultura, pintura, fotografía, video, cine, con resultados no siempre asimilables por el gran público. Quizá lo más curioso de esta ambiciosa muestra sean las convocatorias a actos paralelos, conferencias, diálogos, que se sucederán hasta febrero y donde esperamos que se pueda discutir esta misma instalación, ciertamente tendenciosa.

Entre las piezas de más de 30 artistas y colectivos –muchos colectivos– hay propuestas de “educación crítica”, como las películas cortas de Abbas Kiarostami y Straub Huillet, el vídeo de Phil Collins sobre la doctrina del marxismo en el Berlín oriental, las clases de dibujo con presidiarios de Victoria Lomasko. La muestra recibe al visitante con una lista de lecturas bastante partidarias, e incluye libros de Juan Carlos Monedero, el actual ideólogo del reciente partido «Podemos», creado por un grupo de profesores de la Universidad Complutense, leninistas, asesores del gobierno venezolano de Chaves y Maduro, anticlericales y laicistas, que empezaron su ascensión política en los grupos de «indignados» que un 15-M ocuparon la Puerta del Sol de Madrid, durante meses.

En realidad la sede de esta exposición estaría mejor en una convocatoria sobre educación crítica e incitación a la acción política de oposición, plenamente admisible en una democracia consolidada como la española pero, seguramente, no con fondos públicos.
La exposición requiere mucho tiempo y paciencia para desentrañar los distintos lenguajes que en ella concurren. Hay que sentarse a ver videos, casi todos en otro idioma, mirar centenares de pequeñas fotos, descifrar manuscritos. Destacan algunos trabajos de pintura y tejido latinoamericanos, imitando las artes milenarias indígenas, con un gran valor etnográfico. En conjunto una muestra muy desigual y para otro escenario pagado con fondos privados.

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Nieves San Martín

Ciudad Real, España. Diplomada en Estudios Avanzados (Universidad de Almería); máster en Sistemas y Tecnologías de la Comunicación en las Organizaciones (Universidad de Ferrara, Italia, 2006); licenciada en Ciencias de la Información, rama periodismo (Universidad Complutense de Madrid, España, 1982); licenciada en Ciencias de la Educación, mención Física y Matemática (Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, Venezuela, 1971) 2º premio Inserso 1985 por el conjunto de artículos publicados en el diario YA bajo el título "Urge quitar barreras a los minusválidos"; Medalla y diploma de Cruz Roja de Madrid 1986 por "la extraordinaria colaboración prestada a la organización de los actos de la Semana de la Cruz Roja en Madrid"; Accesit de UNICEF 1989 por el artículo "La convención sobre los derechos del niño prohíbe ejecutar a menores de 18 años", publicado el 8 de septiembre de 1989, en el diario YA; Diploma por la colaboración prestada, y nombramiento de "socia protectora" de la Asociación Madrileña de Ayuda al Minusválido (Madrid, 1984). Trabajó en Roma como traductora para el Vatican Information Service (1997). Consejera técnica de la ministra de Asuntos Sociales Matilde Fernández, en el Gobierno de Felipe González, y redactora jefe del Gabinete de Comunicación de la Ministra, 1991-1993. Redactora de temas sociales y luego jefa de la Sección de Asuntos Sociales y Religión, en el diario YA de Madrid, entre 1982-1990 y 1993-1996. Redactora y coordinadora de la Sección de América Latina de la revista Vida Nueva, 1982-1983 y colaboradora y coordinadora de la sección de América Latina en la misma publicación, 1983-1987. Redactora de temas políticos y sociales de la revista Crítica, 1977-1982. Entre 1971 y 1976, profesora de Física y Matemática en Enseñanza Media, en las ciudades venezolanas de Caracas, Valencia, y Mérida. Publicaciones: Matilde Huici, la tercera mujer, Narcea SA de Ediciones, Madrid 2009; Victoria Díez, una vida entre dos fuegos, editorial Sekotia, Madrid 2011.

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