El presidente de Cáritas Internationalis, cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, ha señalado que «un objetivo clave» para la organización es «asegurarse de que los padres pueden alimentar a sus hijos».
En el mensaje de Adviento, titulado «La Sagrada Familia y nuestra familia», el purpurado hondureño reconoce que «durante todo este año, ha sido conmovedor ver la dedicación y creatividad del personal de Cáritas, en su lucha contra el hambre».
El coordinador del Consejo de Cardenales recuerda también que el brazo sociocaritativo de la Iglesia llega a familias que lo han perdido todo. «En todo el mundo, –explica– Cáritas distribuye alimentos tras una emergencia y luego trabaja, con las personas, para ayudarlas a ayudarse a sí mismas».
El arzobispo de Tegucigalpa destaca en su escrito la ayuda de la entidad eclesial «a las familias que, aunque se vieron obligadas a huir de sus hogares, se enfrentan cotidianamente a la pobreza extrema y el hambre».
Ya que, «como los refugiados sirios o iraquíes hoy –como la gente que escapa del conflicto en Sudán del Sur y la República Democrática del Congo– lo primero que necesitaba la Sagrada Familia era comida», indica el presidente de Cáritas Internationalis.
«Durante su difícil travesía y en su incierta vida lejos de casa, –relata– alguien se acercó a ellos. Alguien les ayudo a encontrar su pan de cada día».
Así, el cardenal Rodríguez Maradiaga concluye su mensaje haciendo un llamamiento a colaborar con los más necesitados, del mismo modo que «usted habría ayudado a esa familia asustada, hace más de 2000 años».