El gran muftí de Australia, Ibrahim Abu Mohamed, y los principales líderes islámicos del país oceánico condenaron hoy la toma de un café en la zona centro de Sídney donde un hombre armado retenía como rehenes a un número indeterminado de personas.
«El gran muftí y el Consejo Nacional Australiano de Imanes condenamos este inequívoco acto criminal y reiteramos que tales acciones son denunciadas en parte y en todo en el Islam», según un comunicado emitido por el muftí y difundido por la agencia EFE.
Por su parte, el arzobispo de Sídney, Mons. Anthony Fisher alentó a los ciudadanos a que el dramático hecho no «socave nuestro sentido de seguridad» ni enfrente a unos contra otros.
En un comunicado, el prelado australiano señaló que sus «pensamientos y oraciones –y los de toda la comunidad católica– están con los rehenes y sus familias, y con nuestros agentes de policía que están trabajando para resolver esta situación pacíficamente».
El Arzobispo australiano destacó también que «dos de los más grandes atributos de nuestra nación son su atmósfera de calma y seguridad, y su historia de armonía entre pueblos de diferencias étnicas, religiosas y de afiliaciones políticas».
La toma de rehenes en Sídney, concluyó Mons. Fisher, «probará nuestra determinación para permanecer como una sociedad así. No debemos permitir que esto nos enfrente a unos contra otros o socave nuestro sentido de seguridad».
En un mensaje televisado a la nación, el primer ministro australiano, Tony Abbott, calificó el secuestro de acto con «motivaciones políticas».
El atacante entró armado sobre las 9:30 horas locales y obligó a los rehenes a sostener una bandera contra el aparador del establecimiento, en pleno centro de la ciudad más grande de Australia. La bandera negra con letras blancas reza en árabe: «No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta».
El secuestrador se ha identificado como Man Monis, de origen iraní. Monis, de 50 años de edad, fue condenado en 2012 por enviar cartas amenazantes y ofensivas contra los familiares de ocho soldados australianos muertos en Afganistán, como protesta por el papel de este país en el conflicto. Además, tiene antecedentes de agresiones sexuales, según fuentes policiales.
Al cierre de esta edición, la policía ha asaltado el café de Sídney y ha dado por finalizado el secuestro. Se desconoce el número de heridos y la suerte del secuestrador.