Cuando lleguen al cielo, Dios no les preguntará cuántos discos grabaron sino qué hicieron por las almas. Esta es la idea que mueve la voz y los acordes de la guitarra de los cantantes Martín Valverde, católico; y Alex Campos, evangélico. Ambos actuarán este miércoles por la tarde en el Aula Pablo VI del Vaticano –en el marco del IV Congreso Internacional Scholas Occurrentes– “Siendo uno en Jesús”, bajo una misma llamada y respondiendo a algo que el Espíritu Santo está suscitando.
ZENIT ha tenido ocasión de hablar con los dos artistas durante los ensayos horas antes del concierto. Martín y Alex se conocen ya desde hace tiempo, nos cuentan, y estaban buscando la ocasión de compartir escenario. Buscaban el tiempo de Dios para hacerlo. “A veces uno quiere hacer algo, por el temperamento de Martín y el mio queríamos hacer algo rápido, y entendimos que tenía que ser en el tiempo de Dios, y cuando llegó esta invitación entendí que era ese el momento de Dios para unir nuestras voces y engrandecer un sólo nombre, el de Jesús”, explica Alex.
Y así ha sido, en tiempo de Dios y un lugar especial, como es el Vaticano. Aunque se sienten impresionados por el lugar, Martín asegura que “sabemos que es un proyecto de mucha gente, que la música tiene ese don de encabezarlo, visualizar y escuchar, que la gente lo pueda ver y esa es nuestra parte”.
En la audiencia de este miércoles tendrá ocasión de participar todo un grupo de artistas, y le recibirán cantando “Solo le pido a Dios”. Martín cita un salmo al decir que cuando los hermanos se reúnen Dios derrama su bendición y “eso es lo que pedimos. Y que no sólo la derrame aquí”.
A propósito de la unión entre los cristianos, destacan también la labor que está haciendo el papa Francisco al respecto. Además, recuerdan que el “fanatismo está matando gente, y alguien tiene que poner un antídoto a esto y de primera mano nos toca”.
Tanto Martín como Alex han respondido a una llamada muy concreta en su vida, evangelizar a través de la música. “A parte de ser un llamado es un privilegio”, dice Alex. Para explicar cómo lo vive él, recuerda cuando era pequeño: “Yo vengo de una familia muy humilde y muy pobre, y cuando llegaba la Navidad mis vecinos estrenaban sus regalos a la media noche. Nosotros no teníamos para regalos. Pero nuestros vecinos salían y presumían de sus bicicletas, sus camisetas y a veces me daba rabia ver eso y pensaba ‘yo no tengo nada’”. Pero ahora –nos explica Alex– que tengo «un regalo tan grande como es a Jesús en mi corazón, como es la Salvación, entiendo que ellos tenían que presumir del regalo que sus papás le habían dado». Por eso, Alex ahora puede decir: “¿Cómo no presumir del regalo más grande que es la Salvación de Dios?” La evangelización va mucho más allá de que la gente conozca el nombre Jesús, sino lo que implica el nombre Jesús, observa Alex.
Por su parte, Martín Valverde nos cuenta que él siempre bromea diciendo que esto no es Operación Triunfo, ni la Academia o American Idol. “Esto es un llamado y Dios nos eligió, antes de que naciéramos nos quería en esto”, explica. Y es, dice Martín, “hacer lo que nos gusta, somos músicos, y saber para quién lo hacemos, y ver los frutos que produce”.
De este modo, Martín recuerda una vez más que “es un privilegio total” y añade que “a todos los que lean esto en ZENIT les diría que no tenga miedo, porque los miedos traen ignorancia, Jesús es un río que corre no es un estanque”. Sobre esta experiencia que están viviendo estos días en Roma dice Martín que “ojalá quede como herencia a la siguiente generación de músicos, que no tiene que haber ninguna división cuando se trata de Jesús”.
Finalmente, ambos artistas hablan de los frutos que esperan y cómo les gustaría que fuera su aportación a este proyecto. Martín recuerda que el Espíritu Santo es impredecible, por lo tanto, así serán los frutos. Lo que sí precisa es que «los frutos son un sí se puede«, y que «aún hay muchísima gente a la que hay que llevar el Evangelio”. De este modo, indica que “cuando lleguemos arriba no nos van a preguntar cuántos discos grabamos, si no cómo la hicimos con nuestro trabajo y las almas y ojalá digamos ‘ahí están Señor, ahí vienen, no afinamos mucho pero ahí vienen todos atrás”.
Una última petición de los artistas: “Recen por nosotros, a los hijos del Padre, recen por nostros”.
El Programa Enamorar, impulsado por el Gobierno Nacional argentino a través del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y el Ministerio de Cultura de la Nación junto a la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha con el Narcotráfico (SE.DRO.NAR), presenta el concierto “Todos Somos Jesús” con la producción de Lito Vitale y la participación de Juan Carlos Baglietto, Hilda Lizarazu, Rescate, Daniel Poli y Sebastián Golluscio y, por primera vez juntos, el artista católico Martín Valverde y el artista evangélico Alex Campos.