Las milicias del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) han arrasado la iglesia caldea de la Virgen Inmaculada en Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak y que hace meses se convirtió en el baluarte de los yihadistas. Según los informes de la policía de Nínive, la destrucción del lugar de culto cristiano tuvo lugar el pasado 2 de febrero, pero sólo se ha conocido este viernes por la dificultad en las comunicaciones con la zona, ahora aislada por los fundamentalistas. Con el uso de grandes cantidades de explosivos, los miembros del autoproclamado Califato han desmembrado el edificio histórico, uno de los lugares de culto de la más antigua y más grande comunidad caldea en Irak, ha informado la agencia FIDES.
Testigos locales han señalado que los terroristas «han completado el trabajo de colocar el explosivo» en todo el edificio, y luego «han presionado el detonador»; La explosión ha dejado «montones de escombros» y la iglesia ha quedado «totalmente destruida». Asimismo, han sufrido graves daños «también los edificios de los alrededores».
En el mes de junio, los yihadistas ya habían derribado y decapitado la estatua de la Virgen de la torre-reloj del templo. La iglesia de la Virgen Inmaculada estaba construida sobre los antiguos cimientos del lugar de culto cristiano más antiguo de la ciudad, que se remonta al siglo VII, y había sido objeto de otros ataques y atentados. En enero de 2008, un coche bomba estalló frente al tempo, hiriendo a dos personas.
Desde que la invasión estadounidense de Irak en 2003 despertara el fantasma de la insurrección fundamentalista, la comunidad cristiana, que llegó a constituir casi un 10 por ciento de la población, se ha visto especialmente afectada por la violencia. Quedaban entonces 1,5 millones de fieles en todo el país, donde hoy apenas son una cuarta parte.