Al menos 29 inmigrantes murieron de frío durante la travesía en una embarcación en la que pretendían llegar hasta las costas de Italia. Además, otros 300 desaparecieron en un naufragio cuando atravesaban el Canal de Sicilia. Se teme que hayan fallecido tras dos días en el mar, en base a los testimonios de las nueve personas rescatadas que viajaban con ellos. A su llegada a Lampedusa, los supervivientes aseguraron que el violento temporal que se desencadenó el lunes se llevó a sus compañeros, informó este miércoles una portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En un comunicado, la Comunidad de Sant’Egidio expresó “su dolor y sus condolencias a las familias de los que perdieron la vida por el enésimo estrago del mar en el Canal de Sicilia”. “29 víctimas confirmadas, pero tal vez muchas más. Se añaden a quién sabe cuántas más, desde el comienzo de 2015, por la incapacidad de prestar socorro más allá de las 30 millas de la costa italiana fijadas por la operación Tritón”, lamentó.
El pasado 1 de noviembre el operativo de salvamento Mare Nostrum fue sustituido por una nueva misión conjunta de la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión (FRONTEX), denominada Tritón, que cuenta con menos embarcaciones y además no puede acercarse a las costas libias.
“Alejando las asistencias –denunció esta realidad eclesial– no se frenan las tragedias: el efecto es sólo el de esconderlas a la vista de todos”. “Sólo nos damos cuenta de esas embarcaciones miserables –prosiguió– cuando se acercan a nuestras costas”. “Pero entonces, como sucedió el lunes, es dolorosamente demasiado tarde”, enfatizó en su escrito.
Frente a esta situación, la Comunidad de Sant’Egidio lanzó ayer mismo “un fuerte llamamiento a las autoridades italianas y europeas”. “Si queda al menos un poco de piedad, es necesario actuar ya en dos direcciones diferentes”, señaló la institución católica. En primera instancia, se deben “detener los estragos restableciendo de inmediato la operación Mare Nostrum”. Y en segunda, se tiene que “lograr de inmediato un sistema europeo que permita entradas regulares y controladas”.
Por su parte, el papa Francisco manifestó este miércoles su “preocupación” ante las trágicas noticias que llegan desde Lampedusa. “Deseo asegurar mi oración por las víctimas y animar de nuevo a la solidaridad hasta que a nadie le falte el necesario socorro”, subrayó el Santo Padre durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro.
El primer viaje que hizo el Pontífice argentino como Obispo de Roma fue a esta isla italiana en el mes de julio de 2013, con el fin de mostrar al mundo el drama de la inmigración.
Más de tres mil personas fallecieron en 2014, al cruzar el Mediterráneo en un intento por alcanzar las costas europeas, según un informe de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
