El papado atraviesa por uno de sus mejores estados de salud y una de las manifestaciones más claras es la autoridad moral con que el mundo mira hoy en día al Vaticano. Tal vez en ningún otro momento de la historia moderna el papado había gozado de tal reputación especialmente fuera del radio cultural cristiano.
Ejemplos de ese estado de salud son las frecuentes citas que los políticos del mundo hacen de las palabras del Papa para dar sostén moral a sus iniciativas o colocarse en sintonía con el pensamiento socialmente aceptado –y popularmente redituable– del primer pontífice latinoamericano.
En diciembre de 2014 el presidente israelí Reuven Rivli se apoyó en palabras del Papa Francisco para condenar los actos de violencia cometidos en nombre de la religión. Lo hizo durante unas palabras ante líderes religiosos de la zona.
En Estados Unidos el discurso político más importante del año es el así llamado «Discurso sobre el estado de la nación» que rinde anualmente el presidente ante el Congreso. El 20 de enero de 2015, tratando el tema del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, el presidente Obama dijo: «Como Su Santidad Francisco ha dicho, la diplomacia es la obra de “pequeños pasos”. Estos pequeños pasos se han sumado a una nueva esperanza para el futuro de Cuba» (el discurso completo puede leerse en este enlace). Era la primera que un presidente americano citaba a un Papa en un momento y ante un auditorio como esos. El 24 de septiembre de 2015 el Papa hablará ante esas mismas personas y en ese mismo lugar. También será la primera vez que el Congreso de los Estados Unidos acoja a un Papa.
Ciertamente no es la primera vez que Obama apelaba al Papa Francisco. Lo había hecho públicamente el 17 de diciembre de 2014 al dar a conocer el desbloqueo del embargo a Cuba y el restablecimiento de las relaciones con Cuba: «Para aquellos que han apoyado estas medidas, les doy las gracias por ser socios de nuestros esfuerzos. En particular, quiero dar las gracias a Su Santidad, Francisco, cuyo ejemplo moral nos muestra la importancia de proseguir el mundo como debe ser, en lugar de simplemente conformarse con el mundo tal como es» (el discurso completo puede leerse en este enlace).
También el presidente cubano Raúl Castro externó públicamente en diciembre de 2014 su gratitud por la acción del Papa y la Santa Sede en pro del restablecimiento de las relaciones bilaterales Cuba-Estados Unidos: «Quiero agradecer y reconocer el apoyo del Vaticano y especialmente del Papa Francisco al mejoramiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos» (el audio puede escucharse en este enlace -minuto 4:30-).
En Italia no ha faltado la apelación al Santo Padre en el discurso de investidura del nuevo presidente, Mattarella, del pasado 3 de febrero de 2015. No podía ser para menos visto el contexto de crisis institucional y la situación de crisis de la política italiana: «La corrupción ha alcanzado un nivel inaceptable.Devora recursos que podrían ser destinados a los ciudadanos. Impide la correcta explicación de las reglas del mercado […] El actual Pontífice, Francisco, a quien agradezco por el mensaje de felicitación que ha querido enviarme, ha usado palabras severas contra los corruptos: “Hombres de buenas maneras, pero de malos hábitos”» (el discurso completo puede leerse en este enlace).
Pero no sólo es en ámbito estrictamente político donde los líderes mundiales hablan del Papa. En Twitter el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha salido en defensa pública del Papa tras algunos ataques por su opinión en torno al tema de la libertad de expresión. El 23 de enero escribía en un tuit de forma irónica: «“El Papa nos ha fallado”, dicen los recaderos del poder mediático, porque Francisco dijo que la libertad de expresión tiene límites…» (sic). No es el único tuit dedicado al Papa quien, por cierto, en enero de 2015 ha superado los 18 millones de seguidores en Twitter.
Unas semanas más tarde, el 2 de febrero, el mismo Correa compartiría en la misma red de microblog el famoso video donde un periodista argentino pone en su lugar a la editora de una revista satírica que se burla del Papa colocándolo en la portada de su publicación de una forma bastante grotesca (véase en este enlace).
Incluso el presidente venezolano Nicolás Maduro, en un periodo de evidente declive de popularidad, se ha referido expresamente al Papa. Lo hizo, por ejemplo, el 7 de febrero de 2015 en estos términos: «Yo creo, de verdad, que el papa Francisco está desarrollando una nueva dimensión del humanismo cristiano y está derramando el humanismo cristiano originario, auténtico, transformador en el mundo, porque el humanismo de Cristo vino a transformar la humanidad».
Estas y otras muchas referencias reflejan no sólo el liderazgo global sino también el influjo y hoja de ruta marcada por el Papa Francisco. En términos de comunicación bien puede decirse que el mensaje originalmente dirigido a la Iglesia está superando las fronteras del ámbito estrictamente religioso al grado de influir positivamente en la esfera pública.