El padre Alexis Prem Kumar, un jesuita indio secuestrado en Afganistán, ha sido puesto en libertad después de más de ocho meses de cautiverio. Así lo ha confirmado una nota publicada por el “Servicio Jesuita para los Refugiados” (JRS), donde expresan su “inmensa gratitud el Gobierno de la India” por su papel en el proceso de liberación.

El padre Kumar fue secuestrado el 2 de junio del año pasado en Afganistán occidental por un grupo de hombres sin identificar, mientras estaba visitando una escuela del JRS para los refugiados que han regresado a la patria, dentro de un asentamiento situado a 34 kilómetros de la ciudad de Herat. El sacerdote jesuita, de 47 años, procedente del estado indio del Tamil Nadu, se preparaba para regresar a Herat cuando fue detenido y obligado a subirse a un coche por unos hombres armados.

“Los últimos ocho meses han sido para nosotros, amigos y colegas, pero especialmente para la familia del padre Prem, un largo período de incertidumbre terrible y de prueba. Somos conscientes de los esfuerzos puestos en marcha para la liberación y estamos agradecidos a todos los que han orado, sin olvidar a los niños de la escuela donde el padre había sido secuestrado”, declara Peter Balleis SJ, director del JRS, en la nota publicada para anunciar esta buena noticia.

El JRS trabaja en Afganistán desde el 2005. A pesar de los difíciles meses de cautiverio del padre Kumar, el JRS ha seguido adelante con sus proyectos en el país, "intentando asegurar a los estudiantes afganos que no se redujera el acceso a una educación de calidad".    

Por su parte, el padre Stan Fernandes, director regional del JRS en Asia del Sur, asegura que “nuestro papel en Afganistán es ayudar a las personas desplazadas, proporcionando oportunidades para su educación y formación profesional. Hemos estado al lado de los afganos mucho antes del secuestro del padre Prem, y seguiremos apoyándolos de todas las formas posibles”.

Antes de trasladarse a Afganistán, hace cinco años, el padre Kumar había trabajado para el JRS para los refugiados srilankeses que vivían en el Tamil Nadu. En el momento del secuestro, era director del JRS de Afganistán.

Finalmente, el padre Fernandes afirma que “en este momento, es nuestra labor ocuparnos de las condiciones psicofísicas del padre Prem. Todos en el JRS haremos lo que esté en nuestras manos para que asegurarle todo tipo de atención y apoyo por parte de la familia, los hermanos del Compañía de Jesús y de los muchos amigos y colegas del JRS”.

El Servicio Jesuita para los refugiados es una organización católica que tiene como misión acompañar, servir y tutelar a personas que se han visto obligadas al desplazamiento. El JRS tiene su sede en Roma y sus grupos activos en casi 50 países de todo el mundo trabajan activamente en ámbito educativo, sanitario y social, además de ofrecer servicios de otro tipo a unos 950 mil refugiados y desplazados internos, más de la mitad mujeres. Los servicios que presta el JRS son independiente a la raza, etnia o credo religioso de los refugiados.