"La llegada del papa Francisco a Tor Bella Monaca es un importante signo de esperanza para tantas personas, hombres, mujeres, familias, niños y ancianos, que viven en las afueras de esta ciudad donde se ha perdido progresivamenteel sentido profundo de comunidad y solidaridad", ha afirmado Lucía Ercoli, directora del Instituto de Medicina Solidaria, con motivo de la visita del Santo Padre a Tor Bella Monaca el próximo 8 de marzo.
"Nuestro servicio --ha explicado Ercoli-- cada año tiene que responder a más de 10.000 personas que nos piden ser tratadas, alimentadas o simplemente escuchadas. Con el papa Francisco en Tor Bella Monaca, y en muchos suburbios de Roma, se abre una nueva temporada de verdadera atención a los muchos, demasiados barrios de la capital abandonados desde hace años sin un proyecto social y cultural adecuado".
"El domingo, el Pontífice nos dará también un signo de esperanza, porque a pesar de nuestros muchos esfuerzoscorremos el riesgo de cerrarpor culpa de una burocracia ciega e insensible",ha concluido la directora de esta entidad.