Los 32 nuevos Guardias Suizos realizaron el juramento este miércoles en el Patio de San Dámaso en el Vaticano, día en el que se conmemora la muerte de 147 soldados que cayeron defendiendo al Papa en 1527, durante el Saqueo de Roma. Entre los nuevos miembros de la guardia del Papa, hay 24 de lengua alemana, 7 de lengua francesa y 1 de lengua italiana. Los nuevos guardias presentaron el solemne juramento sobre la bandera del Cuerpo, delante del representante del Santo Padre, cardenal Angelo Becciu, sustituto de la Secretaría de Estado.
Poco antes, el cardenal secretario de estado, Pietro Parolin, ha celebrado esta mañana una misa en la Basílica de San Pedro por el evento. En la homilía ha indicado que “la tarea de la guardia no es una profesión, sino una misión; no es un trabajo, sino una vocación”. Además, ha animado a los reclutas a no contentarse con “las cosas mediocres, efímeras” y a comprometerse “con el entusiasmo de los jóvenes por las cosas grandes, verdaderas, por el Señor, que es la fuente y el fundamento de todo”.
El purpurado ha señalado a los presentes que “para prestar vuestro precioso servicio no bastan solo vuestras capacidades y competencias, que también son importantes. El fundamento, la base, es la fe en la presencia y en la ayuda al Señor; solo con Cristo el servicio conlleva crecimiento y da fruto, si no sería un funcionamiento automático, sin vida, sin crecimiento y sin futuro”.
Por su parte, el papa Francisco definió su relación con la Guardia Suiza Pontificia como «una amistad particular, porque se basa en el amor de Cristo». Lo hizo durante un encuentro que mantuvo con ellos y sus familiares, el pasado lunes. Durante su discurso, el Santo Padre aseguró que “un Guardia Suizo es una persona que realmente trata de seguir al Señor Jesús y ama de forma particular a la Iglesia, es un cristiano con una fe genuina”.
La Guardia Suiza Pontificia está al servicio de los papas desde hace más de 500 años. Todo comenzó en 1506, cuando llegaron los primeros suizos por petición de Julio II. El 22 de enero de 1506 es la fecha oficial de la fundación, el día en el cual 150 suizos entraron por primera vez en el Vaticano, bajo el mando del capitán Kaspar von Silenen. Lo hicieron por la «Puerta del Pueblo» y fueron bendecidos por el papa Julio II.
Entre las condiciones para entrar a formar parte del Cuerpo, es necesario ser católico practicante, ciudadano suizo, gozar de buena salud, reputación impecable, haber recibido la formación del ejército suizo, tener formación profesional, ser hombre y soltero. Para que un Guardia Suizo se pueda casar debe tener al menos 25 años, haber servido durante al menos 3 años en el Vaticano, comprometerse a servir por lo menos otros tres años y haber alcanzado al menos el rango de cabo y ser menor de 30 años.