El santo padre Francisco ha recibido este viernes por la mañana a los participantes del Capítulo General de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús, fundado por el padre Dehon. Dejando de lado el discurso que tenía escrito, Francisco ha preferido hablar de forma espontánea y comenzar con una vieja anécdota de un amigo suyo dehoniano.
Así, ha contado que Virginio, que era maestro de novicios, fue elegido para ir al Capítulo General a Roma. En aquella época, Bergoglio era rector de la facultad. Su amigo le dijo que no quería, que prefería quedarse “escondido” y después recibió una llamada para informarle que había sido elegido Superior General. “Y el pobre Virginio que no quería hizo doce años de Superior General”, ha bromeado. Más adelante un día le dijeron que el nuncio le llamaba y pasó lo mismo: “di que no estoy aquí”. Y se escondió otra vez. El nuncio llamó a Bergoglio para saber dónde estaba y dijo que no lo sabía. Pero finalmente, Virginio fue ordenado obispo.
El Santo Padre ha asegurado que ha conocido muchos dehonianos “grandes confesores”, “hombres de misericordia”. Y este lema de la misericordia “me gusta”, ha reconocido. El Papa les ha propuesto: “Salir de sí mismos, como el –permítanme decirlo– casi beato Dehon”. Afirmación que ha provocado los aplausos de los presentes.
A propósito de la beatificación, el Papa ha precisado que “se debe estudiar una situación histórica con la hermenéutica de ese tiempo, no del tiempo de ahora”. Asimismo ha recordado que Dehon pidió la gracia de la humillación y la ha tenido también incluso después de la muerte. “Él era un gran intercesor”, ha asegurado.
De este modo, el Santo Padre ha indicado algo que siempre le ha tocado del padre Dehon, “esa oración que recomendaba hacer frente al Santísimo Sacramento todos los días, por la unidad de la Iglesia”.
Al respecto, ha invitado a no olvidar nunca la oración eucarística. “El mundo necesita las caricias de Dios. El mundo está herido, herido de codicia, hedonismo, odio, querer el poder”, ha observado. El Señor nos pide –ha subrayado– caricias de misericordia. También en el confesionario, misericordiosos, por favor, ha pedido el Papa.
El Pontífice ha invitado a rezar mucho al Señor para que los religiosos den testimonio de la misericordia. “Al final lo que cuenta es encontrar a Jesús, ser sanado por Jesús, perdonado por Jesús”, ha asegurado. Además, el Papa ha recordado que todos somos pecadores, no debemos tener miedo. “Si alguno ha combinado cosas grandes, la fiesta que el Señor hará cuando nos encuentre será también grande”, ha precisado.
Finalmente el Santo Padre ha pedido que recen por él, en la humildad, también en la humillación, “como vuestro fundador pidió”. Y al concluir ha asegurado que reza por ellos y que desea que “termine bien este proceso de beatificación”.
