Martín Paz y José Vicente García son dos concejales del municipio venezolano de San Cristóbal. El viernes 5 de junio a las 15.00 comenzaron una huelga de hambre frente al Vaticano. Por los más de 70 presos políticos, junto con más de 30 personas que también están en huelga de hambre en Venezuela. José Vicente y Martín han recorrido más de 10 mil kilómetros con una petición muy clara: pedir al Santo Padre que interceda a favor de los presos políticos en Venezuela y se respeten los derechos humanos en este país.
Este domingo por la tarde el santo padre Francisco debía reunirse en el Vaticano con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Pero el sábado, el mandatario anunció que suspendía su visita a Roma por razones de salud y por recomendación de los médicos.
Sentados frente a la Sala de Prensa del Vaticano, con banderas de Venezuela, una imagen del Santo Padre, y carteles que claman por la libertad y los derechos humanos en su país, estos dos concejales cuentan a ZENIT –cuando llevan casi 50 horas sin comer– por qué decidieron iniciar esta huelga de hambre y cuáles son sus esperanzas.
Martín explica que salieron de su ciudad y vinieron a Roma “con el sueño de ser la voz de un país que no tiene posibilidad de expresarse, la voz de un país que no tiene donde acudir, no tiene una institución a la que acudir”. Y también –añade– la esperanza de todo un país que tiene la fe puesta no solo en la Iglesia, sino en el papa Francisco que tanto conoce la realidad latinoamericana.
Por otro lado, indica también que salieron de Venezuela “con muchas dificultades por la persecución que hacen los organismos de seguridad a quienes pensamos distinto”. Tuvieron que salir por la frontera hacia Colombia. “Tenemos un petitorio muy claro: solicitar la intermediación al Vaticano, a través del Papa, para la liberación de los presos políticos en Venezuela”, asegura el concejal.
El segundo punto que solicitan es “la intermediación para el ingreso a Venezuela de organismos que velen por los derechos humanos en nuestro país para constatar el estado de la vejación. Nosotros estamos denunciando que los derechos humanos en nuestro país no son respetados por parte del Estado, violados de manera flagrante y sistemática”, ha añadido.
La última de sus peticiones es “poder tener una audiencia con altos funcionarios del Vaticano, si es posible con el Papa, aunque entendemos que es difícil, sabemos que Francisco tiene un gran corazón”. No perdemos la fe, y el pueblo venezolano no pierde la fe en que nos pueda recibir para escuchar la verdad, cuenta Martín. “Nosotros hemos dicho que en Roma la verdad ha vencido a la mentira porque, la mentira personificada en Nicolás Maduro huyó ante la posible petición que le hubiera hecho el Papa de liberar a los presos políticos”, ha subrayado.
Cuando supieron que Nicolás Maduro suspendió el encuentro con el Pontífice no se sorprendieron. “Conocemos a Nicolás Maduro, conocemos el tipo de persona que es. Y conocemos que le huye a ese virus que no es el virus de gripe sino el virus de la libertad, que está presente no solo en los corazones de muchos venezolanos sino de mucha gente en todo el mundo que está abriendo los ojos para darse cuenta de lo que está sucediendo en Venezuela”, nos explica Martín.
Por su parte, José Vicente afirma que hasta que no logren “tener la intermediación por parte del Vaticano para que el Gobierno de Venezuela empiece a respetar los derechos humanos de una vez por todas, nosotros no levantaremos la huelga de hambre”. Al respecto, el joven venezolano asegura que para ellos hay algo que es sumamente importante aclarar. “Esto no es una presión al Vaticano, esto no es una presión para nuestro papa Francisco, en el que tenemos mucha fe”. Esto es una presión –afirma– hacia el Gobierno venezolano, una presión para que se respeten los derechos humanos en Venezuela. Esto es una presión a favor de los derechos humanos.
Al preguntarles si tienen miedo de lo que les podría pasar cuando regresen a su país, José Vicente observa que “es el mismo temor que teníamos antes de salir”. Antes de llegar a Roma, tuvieron días en los que fueron perseguidos, días en los trataron de que el servicio de inteligencia bolivariano en Venezuela no les apresara, no les encarcelara. Finalmente lograron salir por la frontera venezolana por tierra, para luego tomar un avión en Colombia, desde allí a Barcelona, hasta aterrizar en Roma. “La misma suerte creo que vamos a correr de regreso. Tendremos que entrar por la frontera. No sabemos cómo regresar legalmente a nuestro país», subraya el concejal.
Pero no se sienten solos en esta lucha, porque “han venido venezolanos de toda Italia a visitarnos, de Londres, de Suiza, de muchas partes de Europa. Hemos recibido llamadas de venezolanos de todas las partes del mundo”. Y por supuesto –añade– nuestra gente en Venezuela que está muy pendiente de esta situación, que fue una noticia viral en en nuestro país. También su familia les sigue de cerca, “ambos somos padres, nuestras esposas e hijos están esperándonos en Venezuela”, nos explica José Vicente. “Tenemos a nuestros padres también preocupados pero tienen muy claro que estamos realizando una lucha por ellos y por la libertad de nuestro país”, concluye.
