El papa Francisco, durante el encuentro que ha tenido lugar este sábado 12 Roma, con los sacerdotes reunidos en el Tercer retiro internacional de sacerdotes, indicó su intención de la Pascua de resurrección tenga una fecha fija para todos los cristianos. De esta manera todas las confesiones que siguen a Jesús podrían celebrarla juntos.
Desde los tiempos de Pablo VI, (1963 hasta 1978), la Iglesia católica está dispuesta a fijar una fecha determinada y renunciar a la del primer solsticio después de la luna llena de marzo, con el cual se establece la fecha de la Pascua. Y sobre esto concluyó, “tenemos que ponernos de acuerdo”.
En la catedral de Roma, la basílica de San Juan de Letrán el Papa precisó: “Una solución más permanente tendrá que ser una fecha fija, por ejemplo podríamos inmaginar el segundo domingo de abril”.
El Santo Padre hablando en español consideró que la actual situación da escándalo: “¿Cuándo resucita tu Cristo?, el mio resucita hoy, el tuyo la semana próxima”, indicó con ironía, revelando la existencia de contactos con el patriarca Bartoloméo de Constantinopla y Cirilo de Moscú, para lograr un entendimiento.
No es una fiesta fija que cae en un determinado día, como Navidad, sino móvil. Pascua es la primer fiesta cristiana en importancia y antigüedad, y ya en el Concilio de Nicea en el año 325 se indican disposiciones sobre la fecha de celebración, o sea el primer domingo después de la luna llena que sigue al equinoccio de primavera, entre 22 de marzo y el 25 de abril. Estas fechas toman como referencia el llamado ‘calendario Gregoriano’, introducido en 1582 por el Papa Gregorio XIII.
Los cristianos ortodoxos en cambio se basan en el calendario Juliano, creado en el año 45 aC por el emperador romano Julio César, y por ello la fecha se sitúa entre el 4 de abril y el 8 de mayo.
Ante los participantes del retiro internacional para sacerdotes promovido por Renovación Carismática Católica Internacional y por la Catholic Fraternity, recordó también de haber pedido al patriarca ecumenico Bartolomeo I, si podía presentar su próxima encíclica ‘Laudato sii’, (Alabado sea el Señor), que tratará sobre la defensa de lo creado.
