“Ser padres se funda en la diversidad de ser, como recuerda la Biblia, hombre y mujer. Esta es la «primera» y más fundamental diferencia, constitutiva del ser humano. Es una riqueza. Las diferencias son riquezas. Hay muchas personas que tienen miedo de las diferencias, pero son riquezas. Y esta diferencia es la «primera» y la diferencia fundamental, constitutiva del ser humano”, ha insistido el papa Francisco, al tomar la palabra durante la inauguración del congreso eclesial de la diócesis de Roma.
En un discurso improvisado, el Santo Padre ha recordado que “cuando los novios vienen a casarse, me gusta decirle a él: ‘¡No te olvides que tu vocación es hacer más mujer a tu esposa!’, y a ella le digo: ‘¡tu vocación es hacer más hombre a tu marido!’ Y así se aman, pero se aman en las diferencias, más hombre y más mujer”. “Y este es el trabajo artesanal del matrimonio, de la familia, cada día; hacer crecer al otro, pensar en el otro: el marido en la mujer, la mujer en el marido. Esta es la comunión”, ha dicho.
Además, ha señalado que “en estos viejos matrimonios que son como el buen vino –que es mejor mientras más viejo– se ve este trabajo diario del hombre para hacer que su esposa sea más mujer y de la esposa para hacer que su marido sea más hombre. ¡No tienen miedo de las diferencias!” “Este desafío de llevar adelante las diferencias, este reto los enriquece, los hace madurar, los hace crecer y tienen los ojos brillantes de alegría, por tantos años vividos amando así”, ha explicado. “Que gran riqueza es esta diversidad, una diversidad que se convierte en complementariedad, pero también en reciprocidad”, ha enfatizado.
El Romano Pontífice ha subrayado también que “los hombres aprendemos a reconocer, a través de las figuras femeninas que encontramos en la vida, la belleza extraordinaria de la cual es portadora la mujer. Y las mujeres hacen un camino similar, aprendiendo de las figuras masculinas que el hombre es diferente y tiene su propia forma de sentir, de comprender, de vivir”. “Y esta comunión en la diversidad es también muy importante para la educación de los niños, porque las madres tienen una mayor sensibilidad para algunos aspectos de sus vidas, mientras que los padres la tienen para otros”, ha añadido.
Por último, el papa Francisco ha afirmado que “el don del matrimonio, que es tan hermoso, también tiene una misión. Una misión que es muy importante. ¡Sois colaboradores del Espíritu Santo que nos susurra las palabras de Jesús! ¡Sedlo también para vuestros hijos! Sed misioneros de vuestros hijos”. “Ellos aprenderán de vuestros labios y de vuestra vida que seguir al Señor da entusiasmo, ganas de gastarse por los demás, siempre da esperanza, incluso frente a la dificultad y el dolor, porque nunca estamos solos, sino siempre con el Señor y con los hermanos”, ha concluido.