La nueva encíclica del papa Francisco, Laudato si’ fue presentada este jueves en el Vaticano. “Un documento muy esperado” indicó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi. Añadió que “hace un mes el Papa inició a compartir la encíclica con los obispos. Finalmente el texto definitivo, acompañado por un nota escrita a mano y traducida en diversos idiomas. Encabezado por el IHS, el Papa le indicó a los obispos: “En el vínculo de la unidad, de la caridad y de la paz en el que vivimos como Obispos, te envío mi carta Laudato si’ sobre el cuidado de nuestra casa común, acompañada por mi bendición. Unidos en el Señor, y por favor no te olvides de rezar por mí»
A continuación el cardenal Peter Turkson, hizo su presentación y reiteró que la encíclica toma el nombre del Cántico de las Criaturas, ‘Laudato si’.
¿Qué tipo de mundo queremos transmitir a quienes vienen detrás de nosotros? ¿Cuál es la finalidad de nuestra vida? Si no nos hacemos estas preguntas de fondo, nuestras preocupaciones ecológicas dificilmente tendrán consecuencias importantes.
Subrayó que el Papa indica la necesidad “de cambiar de ruta asumiendo un empeño en defensa de la Casa común”. Reconoce que hay mayor preocupación en el mundo sobre el degrado ecológico, y que “el ser humano es capaz de intervenir positivamente, no todo está perdido”.
El concepto de la “ecología integral”, está en el centro de la encíclica, indicó el cardenal, porque el Papa invita a interactuar con Dios, con los otros seres humanos y con la creación.
“No hay dos crisis separadas, la ambiental y la social, sino una misma crisis socioambiental” y la solución pide abordar el problema de manera integral, integrando a los excluidos. Subrayó la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, que está profundamente interconectado.
Y recordó que es «una invitación a entender de otra manera la economía y el progreso». Esto requiere debates sinceros y honestos, y un rechazo a la cultura del descarte y proponer otro modelo de vida.
Los seis capítulos delinean un recorrido preciso, indicó el purpurado, partiendo de los mejores datos científicos disponibles, para dar una base concreta a lo que sigue. Y fue enumerando las particularidades de los diversos capítulos.
El cardenal concluyó recordando que es un deber entender como en esta encíclica se entrelazan puntos de vista desde el económico, al social, del científico al teológico y muchos otros. No se puede dejar todo solamente a las políticas ambientales. La responsabilidad es de todos, es un asunto internacional.