El santo padre Francisco se ha reunido este lunes con algunos de sus parientes piamonteses, unos treinta aproximadamente, durante su viaje de dos días a Turín. De forma estrictamente privada, el Papa ha celebrado la misa con sus familiares en el arzobispado y después han comido juntos. Durante sus visitas a Italia, el cardenal Bergoglio acudía a menudo a visitar a estos primos lejanos de esta región donde nació su padre.
Este domingo, Francisco tuvo ocasión además de estar unos instantes en la iglesia de Santa Teresa de Turín, donde se casaron sus abuelos, Giovanni Bergoglio y Rosa Vasallo, en 1907 y donde fue bautizado su padre en 1908. «Pocos meses antes del Sínodo, el Papa ha querido cumplir este gesto, precisamente, para reiterar el valor de la familia. En la Iglesia donde nació la familia de sus antepasados ha rezado, en especial por las familias y por el buen logro del Sínodo, y ha besado la fuente bautismal donde su papá fue bautizado», ha explicado el vicedirector de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Ciro Benedettini a Radio Vaticano.
Maurizio Bracchino, primo del papa Bergoglio, indicó a la agencia Adnkronos que hablan a menudo por teléfono. “‘Hola Maurizio, soy Jorge’, nos dice con gran espontaneidad. Con mi madre habla muy a menudo”, cuenta.
“Será un momento bellísimo, una forma de recordar los casi cuarenta años que prácticamente hemos vivido juntos”, explica el primo del Papa. Tal y como cuenta Maurizio, cuando Jorge Mario Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires iba a menudo a visitar a sus primos de Italia.
También Carla Bracchino, cuyo abuelo era hermano del abuelo del Papa, cuenta a la agencia ANSA que no ve a su primo desde 2011. “Esta fue la última vez que vino a verme aquí, a casa”. Asimismo indica que hablan cada tanto por teléfono, la última vez, hace una semana, pero “verlo es otra cosa”.
(RLG (HSM)