Frente a las dimensiones cada vez más grandes del fenómeno migratorio y a la emergencia de los refugiados “vemos una Europa muy a menudo confundida, que parece privada de una verdadera cultura de la acogida así como de una verdadera solidaridad entre los distintos países que la acompañan”. Así lo ha asegurado el cardenal Josip Bozanic, arzobispo de Zagreb y presidente de la sección “migraciones” de la Comisión CCEE Caritas in Veritate, durante la apertura del encuentro de los obispos responsables nacionales para la pastoral de Migrantes en Europa que se celebra en Vilna, en Lituania, hasta el jueves 2 de julio. El encuentro ha sido promovido por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y participan 40 delegados de 21 conferencias episcopales del continente.
Tal y como indica la nota publicada en Radio Vaticano, el purpurado indicó que “no podemos parar de recordar a nuestros responsables y gobernantes que la política debe encontrar soluciones que faciliten la acogida con responsabilidad de las personas, así como la política europea debe comprometerse a ayudar sin egoísmos e hipocresías a resolver situaciones de guerra y pobreza que están a nuestras puertas”.
Por otro lado, el arzobispo señaló que “el desafío espiritual de la acogida está unido a la responsabilidad que cada uno tiene de pronunciar su sí a quien llega” y “solo quien no pierde el valor infinito de la persona que tiene delante es capaz de gestos de acogida”.
Asimismo, afirmó que “en un mundo donde el individualismo tiende a cerrar a cada uno en su propio búnker” la acogida es obligatoria poque no se acogen ‘problemas’ sino “un ser humano que lleva con sigo un valor y una dignidad inalienable”.
De este modo, el cardenal aseguró que “la cuestión de la acogida nunca podrá ser un tema debatido de forma ideológica, sino antes de todo será una actitud existencial vivida tanto por el individuo como por la comunidad”.
Para el arzobispo, la acogida quiere decir también reciprocidad, porque no se trata solo de ofrecer algo a alguien en dificultad, sino también de “dejar espacio al encuentro». La acogida es por tanto un “encuentro que genera después una nueva relación”.
Por esto, el cardenal Bozanic subrayó la necesidad de la educación a la acogida también de las comunidades cristianas porque acogida quiere decir también integración, que “expresa el deseo de conceder estabilidad a quien llega”.