El santuario de Torreciudad celebró este domingo el 40 aniversario de su apertura al culto con un programa que protagonizaron los trabajadores que intervinieron en su construcción (1970-1975), equipo de arquitectos, familias y vecinos de las localidades cercanas a este centro internacional de peregrinaciones.
El obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, monseñor Ángel Pérez Pueyo, presidió la concelebración eucarística como acto central de la fiesta a la que siguieron actuaciones y juegos para las familias.
En su intervención, el prelado agradeció el trabajo realizado en estos años “a todos los que habéis contribuido a que la gracia de Dios llegue a esta diócesis y a la Iglesia universal desde este santuario, que es fruto del inmenso amor a la Virgen que tenía san Josemaría”.
El arquitecto Heliodoro Dols, que dirigió los trabajos de construcción, destacó el deseo del fundador del Opus Dei de que “el nuevo santuario continuara una devoción secular y aumentara la devoción a la Virgen y a los sacramentos”. Dols, premio nacional de Arquitectura, recibió el encargo de construir el santuario en 1963.
Por su parte, Teófilo Marco, un fiel zaragozano asiduo al santuario, recordó la visita de san Josemaría Escrivá en abril de 1970, apenas comenzadas las obras, “cuando vio las primeras excavaciones y pidió que se pusieran muchos confesionarios para lograr la paz del alma de muchos visitantes”.
Otros sacerdotes quisieron sumarse a la concelebración, como los responsables de los Escolapios, El Pueyo, Claretianos Misioneros y los párrocos de La Puebla de Castro y San Francisco, en Barbastro.
La coral Diego de Pontac cantó en la misa y estuvieron representadas las 7 cofradías de Barbastro, La Morisma de Aínsa, el Grupo de Dances y Albadas de Graus junto a la rondalla de Paco Lasierra y Javier Badules, de Monegros, presentados por María José Martínez. Los Templarios de Monzón, personajes renacentistas de Fonz, coches clásicos del Monzón Classic Club estuvieron en la explanada donde se instaló un telescopio y tuvo una gran acogida el equipo de radioaficionados de Graus y Monzón. Las encajeras de bolillos del Entremuro de Barbastro, Graus, Capella, Buera y Perarrúa ofrecieron también su arte así como la asociación Balantina de Barbastro.
La ofrenda de flores a la Virgen tuvo una especial vistosidad, con familias de Lituania, Rusia, Croacia, Ucrania y Letonia, que pudieron admirar también la alfombra de viruta de madera teñida preparada desde altas horas de la madrugada por vecinas de Tamarite de Litera.
El 40 aniversario coincide con un nuevo rector en Torreciudad, el sacerdote Javier Cremades, que afronta “este reto con una enorme ilusión para servir a la Iglesia”. Sustituye a Javier Mora-Figueroa, rector durante 17 años, que se muestra “muy agradecido por el cariño a la Virgen que he visto y por el aprecio sentido por tantos amigos”, informó este lunes la Oficina de Información del Santuario en un comunicado.
En la provincia de Huesca, a 24 km de Barbastro, se encuentra el santuario de Torreciudad, en la margen izquierda del río Cinca junto al pantano de El Grado, en un paraje de gran belleza natural. Se construyó muy cerca de la antigua ermita que es origen de la devoción a la Virgen de Torreciudad desde el siglo XI. El nombre proviene de una vieja torre de vigilancia de la época árabe, cuyas ruinas se encuentran a unos metros de la ermita.
El Santuario está dedicado a la Virgen María y es un centro religioso de referencia en todo el mundo, con más de diez millones de visitantes en estos 40 años. Su construcción fue promovida por san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, y se abrió al culto en 1975.
Torreciudad junto con los santuarios de El Pilar, Montserrat y Lourdes conforman la Ruta Mariana, de gran riqueza espiritual, turística, patrimonial, rural, gastronómica y natural.