El coro de la Capilla Musical Pontificia Sixtina, interpretó el 20 de junio en Roma, en la basílica de san Anselmo en el Aventino, un amplio repertorio musical, con motivo del cierre del año lectivo de sus alumnos.
Sí, porque las voces blanca del coro, unos cuarenta niños que cantan junto a unos veinte adultos, además de la música, estudian las materias oficiales en el colegio de la Capilla Sixtina, la Schola Puerorum, hasta que concluyen la primaria. Esto les permite participar en los viajes y programas pudiendo recuperar las horas de estudio escolar.
El coro fue fundado en el siglo VI bajo el pontificado de San Gregorio Magno el nombre de Schola Cantorum Romana. Su labor ha sido interrumpida en momentos de crisis dentro de la Iglesia, como el cambio de la sede a Avignon (1309 – 1377). En 1471 recibió el nombre actual, con el papa Sixto IV quien reorganizó el colegio de cantores papales.
En la ceremonia que se realizó en la casa madre de los benedictinos, estuvo presente el cardenal Lorenzo Baldiserri, que entregó a los jóvenes que concluyeron sus estudios, los diplomas de agradecimiento por el servicio dado en las celebraciones litúrgicas del Santo Padre.
Las músicas allí interpretadas fueron diversas, de autores como Giovanni Pierluigi da Palestrina, Orlando di Lasso, Gregorio Allegri y Lorenzo Perosi.
Es notable incluso para los no expertos, la claridad y diferenciación de las diversas voces que el coro ha logrado en los últimos años. Antes, siempre con la belleza que le ha caracterizado, no se lograba entretanto diferenciar claramente las diversas voces, especialmente cuando intervienen hasta ocho partituras vocales.
Entre los diversos factores que han permitido este logro, figura sin duda la reorganización del mismo y las perspectivas que abrió proyecto ecuménico que el actual maestro Massimo Palombella inició durante el pontificado de Benedicto XVI, y que prosigue con el papa Francisco.
Esto comportó viajar primero a Inglaterra para cantar con el coro de Westminster Cathedral dirigido por el maestro Martin Baker y el de Westminster Abbey, por el maestro James O’Donnell. Este año también se reunieron con el coro del New College Oxford, dirigido por el maestro Robert Quinney. Todo esto permitió cantar músicas de la tradición católica y anglicana, e incluso intercambiar partituras y profundizar las interpretaciones. A continuación algunos de estas instituciones retribuyeron con su visita y debutaron en Roma.
Se encontró además con el Coro Sinodal de Moscú dirigido por el maestro Aleksej Puzakov, sea en la capital rusa que en Roma, cuando cantaron en Santa María la Mayor y en la basílica de San Pedro, así como con el coro alemán de la catedral de Colonia o el luterano de San Tomás de Lipzia.
Este año el coro realizó además una gira internacional a las ciudades de Macao, Hong Kong y Taipei para abrir espacios de diálogo.
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