Berta Soler, líder de las Damas de Blanco; Miriam Leiva, periodista independiente, y Martha Beatriz Roque, presa política de la Primavera Negra, fueron detenidas el sábado durante unas horas cuando se disponían a acudir a la sede diplomática del Vaticano, tras haber sido invitadas personalmente por la Nunciatura para que pudieran saludar al papa Francisco a su llegada al país.
Lo mismo volvió a suceder el domingo en el caso de Leiva y Roque cuando se trasladaban a la catedral, también invitadas por el secretario de la embajada de la Santa Sede.
Por su parte, Soler fue detenida durante unas horas junto a su marido, Ángel Moya, y otra veintena de Damas de Blanco cuando pretendían asistir a la misa en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Preguntado por los periodistas, el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi no desmintió que la Nunciatura Apostólica hubiera contactado con estas personas, aunque recordó que en la agenda del viaje no estaba previsto un encuentro con miembros de la disidencia.
“No puedo desmentir una llamada telefónica con personas de la oposición, con la idea de que pudiese haber un saludo del Papa”, destacó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, subrayando que de todos modos “un encuentro particular y especial del Santo Padre” con la disidencia cubana “no está previsto”. “Esto es lo que puedo decir”, afirmó el padre Lombardi durante una rueda de prensa.
En una comparecencia anterior ante los medios de comunicación, el sacerdote jesuita recordó que además de discursos públicos, en las visitas papales hay también temas que se tratan en privado.
Varios grupos de la disidencia han denunciado decenas de detenciones y arrestos domiciliarios de opositores por parte de la Seguridad del Estado. Entre 50 y 100 opositores han sido detenidos estos días en todo el país, según cifras provisionales de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).