El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi respondió a las declaraciones concedidas por Mons. Krzystof Charamsa y señalo que “a pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos, la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura de Sínodo resulta muy grave y no responsable, ya que apunta a someter a la Asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.
Mons. Caramsa, 43 años, polaco, buena presencia, teólogo, desde hace 13 años hasta ahora oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, profesor en la Universidad Gregoriana y en el Ateneo Regina Apostolorum, en una entrevista publicada hoy por el principal cotidiano italiano Il Corriere della Sera, declara que es homosexual, vive con un compañero y está orgulloso de su identidad. Añade que sabía de su tendencia homosexual pero se puso «bajo la enseñanza de la Iglesia de manera puntillosa y cuidadosa”. Y concluye que después todo cambió, gracias también a su compañero.
De otro lado, el blog ‘Il Sismografo’, muy cercano a la Santa Sede hoy dice «Ya inició el ‘Sínodo mediatico’ con la finalidad de condicionar al ‘Sínodo real’ … mientras algunos trabajan por una ‘Iglesia percibida’. Y precisa que «la finalidad es demasiado clara: polarizar cada cosa y hacerlo de tal manera que se logre, si posible, a extorsionar al Papa Francisco, obligándolo a tomar posiciones a favor de unos o de otros».
Sea en la Sala de Prensa del Vaticano que en las conferencias públicas y en entre los periodistas se ha hablado muchas veces del ‘sínodo mediático’, o sea una serie de informaciones parciales que salen haciendo mucho ruido y que transmiten un mensaje diverso del que fue dado por la Iglesia, gracias también a la descontextualización del mismo.
Incluso se habla del ‘Concilio Vaticano II mediático’, o del ‘sínodo mediático’, o sea una serie de informaciones que llegaron al público dejando la impresión que la doctrina de la Iglesia había cambiado en materia de moral y costumbres, diversas de los conceptos expresados por los padres conciliares o sinodales.
Después del Sínodo extraordinario sobre la familia del año pasado, el Santo Padre realizó una serie de catequesis sobre la familia, todos los miércoles ante miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro o en el Aula Pablo VI, además de las homilías diarias en Santa Marta, de los mensajes en las visitas Ad Límina de los obispos de todo el mundo y en tantas otras oportunidades, en las que reiteró la indisolubilidad del matrimonio, la belleza de la familia y de la unión de un hombre con una mujer, lo que enseña el catecismo sobre la homosexualidad etc.
Se suma a todo ello los mensajes que el Pontífice ha dado durante su reciente viaje apostólico a Cuba y Estados Unidos, que en Filadelfia incluyó al Encuentro Mundial de las Familias, con unos dos millones de personas y las redes televisivas del mundo. También a su regreso en la rueda de prensa en el avión, ante 70 periodistas de los principales medios de comunicación del mundo reiteró que no existe un divorcio católico.
Las noticias que los medios suelen dar en cambio son que el Papa privadamente ha recibido a un tal, o que ha empleado la palabra ‘conejos’, o que sería lícito dar un puño, y que como indicó el mismo Francisco, más de una vez le sorprendieron por expresar ideas sueltas sin la exégesis, o sea el contexto al que se referían.
De hecho muchos católicos que sólo toman contacto sobre lo que dice la Iglesia a través de los grandes medios de comunicación, a veces indican que se sienten desorientados.
Volviendo al caso de Mons. Charamsa, el portavoz del Vaticano indica en el comunicado difundido hoy:que ciertamente, “no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe y las universidades pontificias” y por lo que se refiere a los otros aspectos de su situación “competen a su Ordinario diocesano”.