El cardenal arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, se dirigió este sábado a los periodistas en la sala de prensa de la Santa Sede, poco antes de que el Documento Final haya sido sometido a votación.
Consideró que la nueva metodología seguida por la asamblea episcopal “es un gran logro de este sínodo, porque le permite a todos expresarse con calma y suficientemente”.
Como también lo es que «el Papa haya querido un camino sinodal, en varias etapas”, partiendo con la gran consulta al pueblo de Dios y el anterior Sínodo del año pasado, la reunión con los cardenales, el consistorio, este segundo Sínodo, y toda la biblioteca de libros que ha sido publicado en este período sobre matrimonio y familia».
«¿Cuál es el mensaje de este Sínodo? ¿Se han hecho compromisos para llegar a un voto positivo?», son las preguntas que muchos se pondrán, dijo. Y respondió que “el mensaje principal es el tema del sínodo: que la Iglesia de todo el mundo con 1.200 millones de católicos haya debatido durante dos años el tema del matrimonio y de la familia, con todos los aspectos positivos y difíciles”, esto ya es un hecho notable para nuestro tiempo, y “el núcleo del mensaje es un gran sí a la familia”, subrayar que “la familia no es un modelo pasado, sino la realidad más fundamental de la sociedad humana.
Citó así a un autor que se declaraba ateo y cínicamente libre de toda religión, que además en un bestseller, que indicó que “no existe nada más seguro en tiempos difíciles que la familia, mismo herida o descompuesta”.
La familia –añadió el cardenal austríaco– es la red más segura de supervivencia en una sociedad, lo vemos ahora con los miles de prófugos que llegan a Austria, quienes entran en contacto inmediatamente con sus familiares a los que están relacionados.
Sobre la sexualidad reconoció “no hay mucho en este documento sino en dos cosas, la homosexualidad vista en el aspecto de la familia, en la que existe la experiencia de un familiar que lo es”. Y “cómo gestionar esta situación como cristianos”. Porque recordó que el tema a nivel mundial es entendido muy diversamente según los países y culturas.
Sobre dar los sacramentos a los divorciados y vueltos a casar, indicó que se ha hablado con gran atención pero la palabra clave es ‘discernimiento’. E invitó a todos a reflexionar “que no hay un blanco o negro, un simple sí o no, sino que es necesario discernir”, como indicó Juan Pablo II en la ‘Familiaris consortio’ 84, cuando dice que es una obligación hacia la verdad que los pastores ejerciten el discernimiento porque las situaciones son diversas.