El Sínodo de los obispos sobre la familia tiene este sábado por la tarde su última asamblea. Para indicar cómo proceden los trabajos, estuvieron en la sala de prensa de la Santa Sede el cardenal brasileño, Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida; el cardenal arzobispo de Viena, Christoph Schönborn; y el hermano Janson, prior general de los Pequeños Hermanos de Jesús, (Foucauld), el único no sacerdote en el Sínodo con derecho de voto.
El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, indicó que el viernes por la tarde se reunió la comisión de diez personas encargadas de la Relación Final, la cual estudió e integró las 248 observaciones hechas tras lectura del borrador de dicho texto y esta mañana se ha presentado el texto definitivo en el Aula.
“Han hecho un trabajo realmente increíble –indicó el portavoz de la Santa Sede– respecto al Instrumentum laboris y el trabajo realizado, debido a su gran complejidad. Un documento de 94 puntos que votará hoy la asamblea». El portavoz indicó que el texto «ha sido leído integralmente en italiano y se ha realizado la traducción simultánea en los diversos idiomas», hecha por personas preparadas para ello.
Además la secretaría general del Sínodo ofreció, si alguno lo necesitaba, una ulterior ayuda para entender el texto.
«De manera que –concluyó el director de la oficina de prensa– con conocimiento de causa los padres sinodales puedan hoy sábado por la tarde votar el documento final».
Todo el Documento Final ha sido leído en italiano: inició el cardenal Damasceno, después el cardenal Peter Erdo y a continuación el arzobispo Bruno Forte. El cardenal Erdo después indicó que el texto había sido votado por unanimidad y sin reservas por la comisión de los diez.
Este sábado por la tarde cada punto del documento se somete a votación. Posteriormente se entrega al papa Francisco y él decidirá qué hacer, como podría ser por ejemplo una exhortación apostólica, o un documento magisterial. El documento final del Sínodo no es vinculante y es el Pontífice quien debe decidir, como sucesor de Pedro, lo que es mejor para la Iglesia.
En su intervención en la rueda de prensa el sábado por la mañana, el cardenal austriaco indicó que el mensaje del Sínodo, «es un gran sí a la familia». Y que la Iglesia en todo el mundo con 1,2 mil millones de católicos ha discutido el tema durante dos años con los aspectos, tanto los positivos como los difíciles. Ha hablado también de los sacramentos a las familias heridas, indicando que la palabra clave es ‘discernimiento’.
Por su parte, el cardenal brasileño ilustró cómo se desarrolló el Sínodo desde su inicio, y precisó que “el Sínodo no es un parlamento, y no se trata de derrotar unos a otros. No se buscan vencedores ni vencidos, sino “buscar lo que Dios quiere para a la familia, abiertos unos a otros, abiertos al Espíritu Santo».