"Interreligious" General Audience in St. Peter's Square of Wednesday

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El Papa: continuar con el diálogo interreligioso abierto y respetuoso es de vital importancia

Francisco la dedica al 50º aniversario de declaración conciliar Nostra Aetate. «El Señor desea que todos los hombres se reconozcan hermanos y formen la gran familia humana»

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La audiencia general de esta semana ha sido dedicada al diálogo interreligiosa, conmemorando los 50 años de la declaración conciliar Nostra Aetate, sobre las relaciones de la Iglesia católica con las religiones no cristianas.

Por ello, tras el habitual recorrido del Santo Padre por la plaza de san Pedro y antes de la catequesis, han tomado la palabra el cardenal Jean Luis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.

Estaban presentes en la plaza los participantes del Congreso Internacional sobre la Nostra Aetate que se está celebrando en Roma, en la Pontificia Universidad Gregoriana y representantes de varias religiones.

El purpurado francés ha dado al Papa las gracias “por su luminoso testimonio que nos anima a seguir sobre el camino del diálogo interreligioso, yendo al encuentro con los otros creyentes con una clara conciencia de nuestra identidad, pero con un espíritu de gran respeto, estima y amistad, listos para trabajar juntos con quien reza y piensa de manera diferente a la nuestra”. También le ha agradecido “sus incesantes e incansables invitaciones, dirigidas a nosotros creyentes y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a trabajar por la paz en el mundo eliminando las injusticias y las desigualdades, y a cuidar nuestra casa común”.

Por su parte, el cardenal Koch ha asegurado que en nuestros días, en un momento en el que surgen lamentablemente nuevas oleadas de antisemitismo, “usted, Santo Padre, recuerda incesantemente a los cristianos que es imposible ser al mismo tiempo cristiano y antisemita”. Por eso, ha querido darle las gracias por su “mensaje inequívoco y por la benevolencia que siempre ha mostrado hacia nuestros hermanos y hermanas judíos”.

En el resumen hecho de su catequesis en español, el Santo Padre ha dado la bienvenida y ha agradecido «a todas las personas y grupos de diversas religiones presentes en este encuentro para recordar juntos el 50 aniversario de la Declaración del Concilio Vaticano II Nostra aetate sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas”.

Con este importante documento –ha observado el Papa– la Iglesia manifestaba su aprecio y estima por los creyentes de todas las religiones y todo lo que de bueno y de hermoso hay en ellas.

Del mismo modo, ha precisado que “en estos últimos años han sido numerosas las iniciativas, las relaciones institucionales o personales con las religiones no cristianas, encaminadas a promover la amistad y la unión entre los hombres”. El Señor desea –ha afirmado Francisco– que todos los hombres se reconozcan hermanos y vivan como tales, formando la gran familia humana en la armonía de la diversidad.

El Papa ha explicado que “el  mundo nos mira a nosotros los creyentes, nos llama a colaborar entre nosotros y con los hombres y las mujeres de buena voluntad que no profesan alguna religión”. Por eso, ha asegurado que “es importante continuar con un diálogo interreligioso abierto y respetuoso, que ayude a conocerse más y afrontar juntos muchos de los problemas que afligen a la humanidad, como el servicio a los pobres, a los excluidos, a los ancianos, la acogida a los emigrantes, el cuidado de la creación, así como asegurar a todas las personas una vida más digna”.

Asimismo, ha indicado que “debemos dejar un mundo mejor de cómo lo hemos encontrado. Y para favorecer este diálogo lo más importante que podemos hacer es rezar. Con el Señor todo es posible”.

A continuación, ha saludado cordialmente a los peregrinos de lengua española, “en particular a los participantes en el V Congreso de la Fundación Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, que se celebra en Madrid, así como a los grupos venidos de España y Latinoamérica”.

Al finalizar la audiencia general, el Pontífice ha recordado a las numerosas víctimas del terremoto de Pakistán y Afganistán. Por ello ha invitado a rezar “por los difuntos y sus familiares, por todos los heridos y los sin techo, implorando a Dios consuelo en el sufrimiento y aliento en la adversidad”.  Y ha pedido que nos les falte a “estos hermanos nuestra concreta solidaridad”.          

Como conclusión, el Santo Padre ha invitado a todos los presentes a rezar unos instantes en silencio, «cada uno siguiendo la propia tradición religiosa». Pidamos al Señor –ha dicho el Papa– que nos haga más hermanos entre nosotroso y más servidores de nuestros hermanos más necesitados.
 

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Rocío Lancho García

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