El presidente de Polonia, Andrzej Duda, confirmó este lunes que el papa Francisco en su viaje apostólico — además de participar en la Jornada Mundial de la Juventud que se realizará del 26 al 31 de julio del próximo año en la ciudad de Cracovia– quiere ir también al santuario de la Virgen de Czestochowa y al campo de concentración de Auschwitz.
Lo dijo tras la audiencia que el papa Francisco le concedió en el Vaticano este lunes, y en la cual el presidente le regaló un cuadro de la Virgen de Czestochowa, con la intención de que le proteja, a lo que el Santo Padre le dijo: ‘Sí, porque lo necesito’.
Por su parte, el Pontífice le regaló un medallón de la paz y una copia encuadernada de la Evangelii Gaudium en polaco.
El presidente, acompañado por su esposa Ágata y su hija Kinga, demostró su profunda satisfacción por haber conocido personalmente al papa latinoamericano, y añadió que se trata de “un hombre extraordinario del que emana bondad”. También indicó que hablaron de inmigración y de refugiados.
Por otro lado, ayer domingo por la tarde, el cardenal polaco Zygmunt_Zimowski, del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Operadores Sanitarios, celebró la santa misa delante de la tumba del papa san Juan Pablo II, en la que participó el presidente y numerosos compatriotas.
Por su parte, la Oficina de Prensa de la Santa Sede indicó en un comunicado que “durante el coloquio quedó clara la positiva contribución de la Iglesia católica en la sociedad polaca».
“Sucesivamente –prosigue el comunicado– se detuvieron en temas de mutuo interés, como la promoción de la familia, el apoyo a las clases sociales más necesitadas y la acogida de los inmigrantes”.
También se ha hablado, concluye la nota, de “temas relacionados con la comunidad internacional, como seguridad, el conflicto de Ucrania y la situación de Oriente Medio”.
El presidente polaco se encontró además, con el secretario de estado, el cardenal Pietro Parolin, acompañado por el subsecretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Antoine Camilleri.