Lean la Biblia, no es “una obra de arte literaria”, sino que es “Dios que habla”, un libro “extremadamente peligroso, tan arriesgado que en ciertos países quien posee una Biblia es tratado como si ocultara ¡granadas de mano en el armario!”, escribe el papa Francisco en el prólogo de una edición en alemán de las Sagradas Escrituras. Se trata de una iniciativa de algunos jesuitas austríacos, profesores de Antiguo Testamento, destinada a los jóvenes.
La carta escrita por el Pontífice ha sido publicada esta semana en el último número de La Civiltà Cattolica, la revista de la Compañía de Jesús que dirige el padre Antonio Spadaro.
“Mis queridos jóvenes amigos, si ustedes vieran mi Biblia quizás se sorprenderían. Dirían: ‘¿Qué? ¿Esta es la Biblia del Papa? ¡Un libro tan viejo, tan desgastado!’”, dice Francisco. “Podrían también regalarme una nueva, quizás también una de 1.000 euros: no, no la querría. Amo mi vieja Biblia, aquella que me acompañó la mitad de mi vida. Vio mi alegría, se mojó con mis lágrimas: es mi inestimable tesoro. Vivo por ella y por nada del mundo la apartaría de mí”, añade.
En este sentido, el Santo Padre pide que la Biblia no termine arrinconada en una estantería, “en tercera fila”, “llenándose de polvo”. Porque “un día, sus hijos la venderán en el mercadillo de lo usado. ¡No! ¡Esto no puede ser!”, advierte en el prólogo.
“Quiero decirles una cosa: hoy, todavía más que en los inicios de la Iglesia, los cristianos son perseguidos; ¿cuál es la razón? Son perseguidos porque llevan una cruz y dan testimonio de Cristo; son condenados porque poseen una Biblia”, asegura el Pontífice. “Evidentemente la Biblia es un libro extremadamente peligroso, de tal riesgo que en ciertos países quien posee una Biblia es tratado como si escondiese ¡granadas de mano en el armario!”, subraya.
“Mahatma Gandhi, que no era cristiano, una vez dijo: ‘A ustedes los cristianos se les encomendó un texto que contiene una cantidad de dinamita suficiente como para hacer explotar en mil pedazos toda la civilización, para poner el mundo al revés y llevar la paz a un planeta devastado por la guerra. Sin embargo, lo tratan como si fuera simplemente una obra literaria y nada más’”, relata el Papa.
Así, Francisco pregunta a los jóvenes: “’Entonces, ¿qué tienen en la mano? ¿Una obra de arte literaria? ¿Una antología de antiguas y bellas historias? En tal caso, habría que decirle a muchos cristianos que son encarcelados y torturados por la Biblia: ‘De verdad, han sido necios y poco listos: ¡es solo una obra literaria!’”. “No, con la Palabra de Dios la luz vino al mundo y nunca más se apagará”, concluye.