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Lunes 22 de febrero de 2016

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El Papa pide a los trabajadores del Vaticano que ‘nadie se sienta descuidado o maltratado’

El Santo Padre, en la eucaristía en la Basílica de San Pedro con ocasión del Jubileo de la Curia Romana, recuerda que fidelidad y misericordia son un binomio inseparable

Durante la homilía, el Pontífice aseguró a los presentes que en este momento, el Señor Jesús repite a cada uno la pregunta “y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. Esta es una pregunta –indicó– clara y directa, frente a la cuál no es posible huir o permanecer indiferentes, ni posponer la pregunta o delegarla a otro. Al respecto recordó que en esta pregunta no hay nada de “inquisitivo”, sino que está llena de amor. El amor de “nuestro único Maestro, que hoy nos llama a renovar la fe en Él, reconociendolo como Hijo de Dios y Señor de nuestra vida”. El Santo Padre aseguró que Él es la “piedra” sobre la que debemos construir. La piedra es Cristo, sobre el fundamento del cual también Pedro ha sido edificado.
De esta profesión de fe –explicó Francisco– deriva para cada uno de nosotros la tarea de corresponder a la llamada de Dios. Y precisó que a los pastores, sobre todo, “se les pide tener como modelo a Dios mismo que cuida de su rebaño”. Buscar a la oveja perdida, es un comportamiento de Dios que “es signo del amor que no conoce confines”. Es –aseguró el Papa– una dedicación fiel, constante, incondicional, para que a todos los débiles pueda llegar su misericordia.
Asimismo, aseguró que “nos hará bien también a nosotros, llamados a ser Pastores en la Iglesia, dejar que el rostro de Dios Buen Pastor nos ilumine, nos purifique, nos transforme y nos restituya plenamente renovados a nuestra misión”. Que también en nuestros ambientes de trabajo –añadió– podamos sentir, cultivar y practicar un fuerte sentido pastoral, sobre todo hacia las personas que encontramos todos los días. Que ninguno “se sienta descuidado o maltratado, sino que cada uno pueda experimentar, antes que en ningún sitio, aquí, el cuidado amoroso del Buen Pastor”.
El Pontífice recordó a los presentes, trabajadores de la Santa Sede y la Curia Romana, que “estamos llamados a ser colaboradores de Dios en una tarea tan importante y única como la de testimoniar con nuestra existencia la fuerza de la gracia que transforma y el poder del Espíritu que renueva”. Por eso pidió que “el Señor nos libere de toda tentación que aleja de la esencia de nuestra misión, y redescubrir la belleza de profesar la fe en el Señor Jesús”.
Para concluir su homilía, el Santo Padre subrayó que la fidelidad al ministerio se combina con la misericordia que queremos experimentar. Y así, recordó que en la Sagrada Escritura, fidelidad y misericordia son un binomio inseparable. La fidelidad que se nos pide –añadió– es la de actuar según el corazón de Cristo. Concluyó recordando que como dice el apóstol Pedro, debemos apacentar el rebaño con “ánimo generoso” y convertirnos en un “modelo para todos”.

Al menos 140 muertos en una ola de atentados en Siria

El grupo terrorista Estado Islámico ha asumido la autoría de los ataques

Un doble atentado con coche bomba ha dejado al menos 57 muertos y decenas de heridos en un barrio de Homs donde la rama alauí del islam, la misma que profesa el presidente Bashar al-Assad, es mayoritaria. Horas más tarde, 83 personas han perdido la vida y unas de 180 han resultado heridas en un distrito situado a unos 10 kilómetros del centro de la capital, después de que se produjeran cuatro explosiones. Es posible que aumente el número de víctimas debido a la gravedad de los heridos, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Daesh se ha atribuido los actos terroristas a través de Twitter.
La situación en el país es cada vez más insostenible. A los combates, los bombardeos, la criminalidad y el penoso deterioro de los servicios básicos, como el acceso al agua potable y a la electricidad, provocados por la guerra, se suma el pánico a los atentados.
El pasado 7 de febrero, el papa Francisco aseguró que sigue con preocupación “la dramática situación de la población civil afectada por los violentos combates en la amada Siria y obligada a abandonar todo para huir de los horrores de la guerra”. “Deseo que, con generosa solidaridad, se dé la ayuda necesaria para asegurar su supervivencia y dignidad, mientras hago un llamamiento a la comunidad internacional para que no ahorre ningún esfuerzo para llevar con urgencia a la mesa de la negociación a las partes implicadas”, añadió al término del rezo del ángelus. “Solo una solución política en el conflicto será capaz de garantizar un futuro de reconciliación y de paz a ese querido y golpeado país, por el que os invito a rezar mucho”, subrayó.
De acuerdo con los datos de la ONU, en el conflicto sirio han muerto más de 260 mil personas y 13,5 millones necesitan asistencia humanitaria urgente.

Los obispos del CELAM cuestionan el Acuerdo de Asociación Transpacífico

En un comunicado, los prelados advierten que se pondrán en riesgo miles de vidas humanas al negar su derecho fundamental a la salud y la vida digna

Las consecuencias de la implementación del tratado no solo “se traducirán en la máxima ampliación y fortalecimiento de las condiciones de monopolio farmacéutico” sino que podrán en riesgo miles de vidas humanas al negar su derecho fundamental a la salud y la vida digna, en relación a la restricción de acceso a medicamentos de bajo costo para las personas más pobres de la región, han advertido.
En solidaridad con las poblaciones que ya han visto aprobado el tratado, los prelados del CELAM han difundido una carta pública para que se tenga muy presente la primacía del valor de la vida humana.
Entre otras acciones, la Iglesia contempla exponer este caso, junto con distintas organizaciones eclesiales y de la sociedad civil, ante instancias internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el marco del próximo período de sesiones que se llevará a cabo en Washington (Estados Unidos) del 4 al 8 de abril de 2016.
El TPP ha sido criticado por el secretismo que ha rodeado a las conversaciones, que empezaron en marzo de 2010 y concluyeron en octubre de 2015. Numerosas ONG y centrales sindicales han alertado de la amenaza que representa esta alianza para, entre otros, los derechos laborales, el acceso a los medicamentos y el medio ambiente.
Fuertemente promovido por Estados Unidos, los ministros y representantes de doce países han firmado el pasado 3 de febrero en la ciudad neozelandesa de Auckland el citado acuerdo, que representa alrededor del 40 por ciento del PIB mundial.
El TPP ha sido rubricado por Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Perú, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam. El tratado ahora deberá ser ratificado por los Parlamentos de los doce países firmantes.

 

El padre Lombardi concluye su servicio como director de Radio Vaticano

Su figura como director general no será sustituida en el marco del proceso de reforma de los medios de comunicación del Vaticano

El padre Federico Lombardi, actual director de la Oficina de Prensa del Vaticano y director general de Radio Vaticano, dejará su encargo en la radio tras más de 20 años de servicio.
Ante la jubilación de Lombardi como director general y la de Alberto Gasbarri como director administrativo, el prefecto de la Secretaría para la Comunicación, monseñor Dario Edoardo Viganò, según la indicación de la Secretaría de Estado, ha nominado ad interim, desde el 1 de marzo, representante legal –en vez de responsable de la dirección administrativa– de la Radio Vaticano a Giacomo Ghisani, vicedirector general de la Secretaría para la Comunicación, para que se encargue de la administración de la radio en el contexto actual de la reestructuración de los medios vaticanos.
Después de 25 años de servicio, el padre Lombardi, jesuita, deja la radio donde fue nombrado director de programas en 1991 y sucesivamente director general, en el año 2005. Su nombre pertenece así a un grupo de jesuitas que durante muchos años ha guiado la radio del Papa confiada a la Compañía de Jesús desde su fundación, hace 84 años.
Cabe recordar que el 27 de junio de 2015, con un motu proprio, el papa Francisco instituyó la Secretaría para la Comunicación para que “todas las realidades que, de diferentes formas hasta hoy se han ocupado de la comunicación, se agrupen en un nuevo dicasterio de la Curia Romana”. Las realidades implicadas en este proceso de unificación son el Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Servicio Internet Vaticano, la Radio Vaticano, el Centro Televisivo Vaticano, el Osservatore Romano, la Tipografía Vaticana, el Servicio Fotográfico y la Librería Editorial Vaticana.
El proceso ya ha iniciado y desde el 1 de enero de 2016 el Pontificio Consejo y la Oficina de Prensa son realidades ya unidas, tanto desde el punto de vista administrativo como de dirección. “Nada ha cambiado en cuanto a la competencia de la Secretaría de Estado en relación con la comunicación institucional”, explica un comunicado publicado hoy.
Este año, según el calendario presentado y aprobado, está prevista la compleja pero positiva tarea de agrupar la Radio Vaticano y el Centro Televisivo Vaticano, unificación en parte ya iniciada por algunos servicios y para mejorar el uso de algunos recursos humanos.
En este contexto se comprende la razón por la que, con la salida –a finales del mes de febrero– por razones de jubilación tanto del director general, Lombardi, como del director administrativo, Gasbarri, no se procede a su sustitución con figuras análogas, sino al nombramiento de un representante legal y de un responsable de la oficina administrativa, en una única persona, Giacomo Ghisani, actual vicedirector de la dirección general de la Secretaría para la Comunicación y gran conocedor de la realidad de Radio Vaticano por “haber trabajado muchos años como responsable de la oficina legal y relaciones internacionales”.

‘Los gestos del Papa son más importantes que sus palabras’

ENTREVISTA con el padre José Luis González, coordinador del Equipo Frontera Sur del Servicio Jesuita a Migrantes, sobre la visita del Santo Padre a San Cristóbal de las Casas

¿Cuál es su misión en San Cristóbal de las Casas? ¿Cuánto tiempo lleva allí?
— Padre González: Soy Coordinador del Equipo Frontera Sur del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), con sede en Frontera Comalapa desde hace un año, y antes con sede en Comitán. Estoy aquí desde el 2013. Antes estuve en el SJM de Nicaragua, y antes en Guatemala ocho años con refugiados guatemaltecos retornados con los Acuerdos de Paz.
¿Cómo vivieron los migrantes con los que trabaja el tiempo de preparación previo al encuentro con el Papa?
— Padre González: En las semanas anteriores algunos de los migrantes que han pasado querían esperar para ir a San Cristóbal a ver al Papa. Tenían la ilusión de contarle personalmente sus sufrimientos. Pero ir por la ruta de San Cristóbal supone ir por la carretera panamericana, llena de retenes y de un gran Centro de retención en Trinitaria. Es la ruta más difícil. Además se les hizo ver que el Papa no podría recibir a todo el que quisiera hablarle. Pero lo importante es la esperanza que el Papa significa para ellos como posible solución, o al menos como confidente que les escucha.
¿Cómo surgió la iniciativa para que la colecta de la misa del Papa en San Cristóbal vaya destinada a su centro de acogida?
— Padre González: Fue iniciativa del obispo, don Felipe Arizmendi, muy preocupado por esta realidad de la migración ya desde que era obispo de Tapachula, donde promovió el primer albergue de migrantes, el albergue Belén, situado todavía hoy en el mismo terreno de la casa del obispo. Eso recuerda a los obispos de los primeros siglos que levantaron hospederías al lado de su casa, llegando incluso a decretar el Concilio de Nicea la obligación de que cada obispo debía tener en su sede un hospital. Entonces se llamaba así a lo que hoy es una casa del migrante, pues al hospital iban al mismo tiempo los enfermos y los forasteros.
En Frontera Comalapa ya existía un pequeño albergue que ahora se destina a solicitantes de refugio. Pero las gentes de la parroquia ya han colaborado para comprar un nuevo terreno y construir un albergue para migrantes. Y actualmente se está construyendo en el centro de la ciudad un comedor de migrantes que será bendecido por nuestro obispo el 14 de marzo.
Desde su experiencia y su trabajo ¿Cómo puede afrontar México el desafío de la migración?
— Padre González: La migración mexicana a Estados Unidos se ha frenado, pero la migración centroamericana aumenta. Para un centroamericano es más difícil pasar México que pasar la frontera con Estados Unidos. Y México debe de cambiar sus políticas migratorias, fieles a las estrategias de Estados Unidos de frenar en la frontera sur de México la migración, para ofrecer a sus hermanos del sur una política migratoria más fraterna. Un colombiano o un costarricense no necesitan visa para pasar por México, pero a los nicaragüenses, salvadoreños, hondureños y guatemaltecos sí se les exige una visa mexicana que el gobierno de México nunca les va a dar porque requiere unas condiciones imposibles para la mayoría. Alan Bersin, alto funcionario del Departamento de Interior de Estados Unidos, dijo que “la frontera entre México y Guatemala es ahora nuestra frontera sur”, y la mejor prueba de ello es que si un centroamericano viene solamente con visa de Estados Unidos, México lo deja pasar sin la visa mexicana que exige a los centroamericanos.
¿De qué forma la Iglesia da esperanza y les acompaña?
— Padre González: La Iglesia tiene más de 60 casas del migrante a lo largo de México: unas son parroquiales (Mapastepec), otras diocesanas (Tierra Blanca), otras de religiosos o religiosas (La 72), o incluso de las Comunidades Eclesiales de Base (Casa Mambré en Comitán), o de laicos y laicas (el comedor de Las Patronas, candidatas al Premio Príncipe de Asturias; o el albergue de doña Olga en Tapachula). También hay organizaciones de derechos humanos que surgieron de la Iglesia (Centro Fray Matías de Córdova, en Tapachula; Centro Fray Bartolomé de Las Casas, en San Cristóbal) o son de alguna congregación religiosa (Centro Prodh de Derechos Humanos, de los jesuitas). El Servicio Jesuita a Migrantes también lleva trabajando en México desde el año 2002, pero anteriormente existía el Servicio Jesuita a Refugiados, atendiendo campamentos de refugiados guatemaltecos en Campeche. Todo ese tejido social es esperanzador y muestra una vez más que “hacer Iglesia es el mejor modo de hacer sociedad” (Tomás Malagón).
¿Hay confianza en los frutos que podría dejar la visita del Pontífice a México?
— Padre González: Mucha confianza pero no tanto por sus palabras sino por sus gestos. Personalmente me sorprendí de que en la homilía en San Cristóbal no comentara el evangelio sino la primera lectura. El evangelio era nada menos que la parábola del juicio final. No habló para nada de visitar al enfermo, dar de comer al hambriento, hospedar al forastero, visitar a los presos… Hasta que vi en la televisión a su avión alzando el vuelo hacia Roma, me di cuenta de que lo que había hecho el Papa en esos seis días era precisamente eso: visitar los enfermos y los presos, ponerse al lado de los forasteros (migrantes) en las fronteras sur y norte, etc. Sus gestos son más importantes que sus palabras.
Aunque los viajes de los papas son pastorales, inevitablemente la clase política y empresarial, se puede sentir interpelada. ¿Hasta qué punto cree que el mensaje del Papa podría ayudar a la sociedad mexicana en general?
— Padre González: Aunque dicen que el porcentaje de los que se declaran católicos en México ha bajado al 83 por ciento, sigue siendo un porcentaje importantísimo. Necesariamente un Papa en México es escuchado e influye en los cambios que se necesitan.
Y en concreto ¿Qué mensaje han recibido los migrantes de parte del Santo Padre?
— Padre González: El Papa enfoca el fenómeno de la migración desde la fraternidad. No cualquier fraternidad sino la que surge de la paternidad divina. La fraternidad antropológica que rompe muros (“los muros no son la solución”, dijo al regresar de Estados Unidos), deriva para el papa Francisco de la paternidad teológica. Y esa fraternidad es la que esperan los migrantes cuando lo han visto abrazar, ‘misericordiar’ y ofrecer ‘cariñoterapia’.
¿Qué destacaría de la visita del Papa?
— Padre González: En la misa en San Cristóbal, a pesar de toda la ‘parafernalia’ que necesariamente implica un evento así, me impresionó que lo que el Papa estaba viviendo era… una misa. Desde un lateral del altar, donde yo estaba con el resto de sacerdotes, veía a unos cuarenta metros la mirada del Papa, sus silencios, sus movimientos, su tono de voz… y eso nos volvió a poner los pies en la tierra y el corazón en el cielo, olvidando las torres de sonido, las cámaras, los escenarios… y sentimos la presencia de Dios entre el pueblo indígena y pobre que regresó a sus hogares con más confianza. Y fortalecer la confianza es fortalecer la fe, que es a lo que vino el papa Francisco.

España: El ITVR organiza la 45ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada

Bajo el título “La Vida Consagrada con entrañas de misericordia”, el encuentro tendrá lugar en la sede de la Fundación Pablo VI del 31 de marzo al 3 de abril de 2016

Con motivo del Año Jubilar de la Misericordia convocado por el papa Francisco, el Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid (ITVR) ha organizado su 45ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada bajo el título “La Vida Consagrada con entrañas de misericordia”. Con el objetivo de profundizar en la relación entre misericordia y vida consagrada, el encuentro tendrá lugar en la sede de la Fundación Pablo VI del 31 de marzo al 3 de abril de 2016, durante la Semana de Pascua, según informa el ITVR en su página web.
En las jornadas participarán, entre otros, el cardenal Luis Antonio Tagle, presidente de Caritas Internationalis; el cardenal Joao Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSVA); monseñor Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid; el teológo francés Jean-Claude Lavigne, OP; y el padre Antonio Spadaro, SJ, director de La Civiltà Cattolica.
El Instituto Teológico de Vida Religiosa es un centro superior de investigación y docencia, fundado por los Misioneros Claretianos en 1971. Desde su fundación, este centro adscrito a la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca lleva a cabo un estudio riguroso sobre la inspiración bíblica (módulo de fundamentación bíblica) y la historia de las formas de vida consagrada (módulo de fundamentación histórica); ofrece una reflexión sistemático-teológica sobre la identidad y misión carismática de esta forma de vida en el conjunto de otras formas de vida cristiana (módulo de teología sistemática); reflexiona científicamente sobre aspectos prácticos y existenciales que la caracterizan en cada tiempo y cultura (módulo de praxis).
El Instituto sigue el proceso de renovación y adaptación de la vida consagrada teniendo en cuenta la eclesiología de comunión, la interculturalidad, las visiones inclusivas, los desafíos históricos emergentes. Se sitúa, junto con la Universidad Pontificia de Salamanca, en el espacio común europeo de Enseñanza Superior (proceso de Bolonia). Está atento a la globalidad de la vida consagrada en los diversos continentes y se enriquece con la aportación de alumnos y alumnas pertenecientes a ellos.

 

Los obispos españoles preparan la JMJ de Cracovia

La Comisión Permanente se reúne en Madrid los días 23 y 24 de febrero, para tratar este y otros temas

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) celebra su 237º reunión en Madrid, los días 23 y 24 de febrero de 2016, para preparar la participación de los jóvenes españoles en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y proponer temas para el próximo Sínodo de los Obispos.
En este encuentro van a participar por primera vez el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, monseñor Francisco Javier Pérez González, y el arzobispo de Burgos, monseñor Fidel Herráez Vegas. El primero se incorpora a la Plenaria en representación de la provincia eclesiástica de Pamplona, al quedar esta sin representación por el nombramiento de monseñor Juan José Omella como arzobispo de Barcelona. Por su parte, monseñor Herráez representa a la provincia eclesiástica de Burgos en la Permanente, tras su toma de posesión el pasado 28 de noviembre, según ha informado este lunes la CEE en un comunicado.
Durante la reunión, los obispos dialogarán sobre los siguientes temas: los preparativos de la JMJ Cracovia 2016, que organiza el Departamento de Pastoral de Juventud, dentro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar; la propuesta de temas para la próxima reunión del Sínodo de los Obispos; la puesta en marcha del nuevo Plan Pastoral 2016-2020; el documento “Jesucristo, salvador del hombre y esperanza del mundo”, que está redactando la Comisión Episcopal de Doctrina de la Fe, que preside monseñor Adolfo González Montes; y el obispo de León, monseñor Julián López, informará sobre el Congreso Eucarístico Internacional de Cebú, en Filipinas, en el que ha representado a la CEE.
Como es habitual en la Permanente del mes de febrero, está prevista la aprobación de las ayudas para la iluminación de Catedrales y Templos a cargo del convenio con la Fundación Endesa y el temario de la CVII Asamblea Plenaria, que tendrá lugar del 18 al 22 de abril.
En estas reuniones también es costumbre la información de los presidentes de las distintas comisiones episcopales sobre el trabajo que llevan a cabo en sus áreas respectivas. El orden del día se completa con informaciones económicas y sobre diversos temas de seguimiento; además de los nombramientos.

El Papa recibe las cartas credenciales del nuevo embajador argentino

Rogelio Francisco Emilio Pfirter, licenciado en Derecho, inició la carrera diplomática en 1974

Rogelio Francisco Emilio Pfirter nació en Santa Fe el 25 de agosto de 1948. Es licenciado en Derecho por la Universidad Nacional del Litoral.
Empezó la carrera diplomática en 1974, cubriendo, entre otros, los siguientes encargos: diplomático de la Misión Permanente argentina ante las organizaciones de las Naciones Unidas en Nueva York; director para los Asuntos Nucleares y para la Seguridad ante el Ministerio para los Asuntos Externos; subsecretario para la Política Exterior (1992-1994 y 2002); presidente de la Asamblea General de la Organización Marítima Internacional (1995-1997); Embajador en Londres (1995-2000); representante permanente de la República de Argentina ante la Comisión Administradora del Río de la Plata (2000-2002); director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (2002-2010).
Es miembro del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales; además, es titular de la cátedra de Derecho Penal Internacional ante la Universidad Kennedy y la de Políticas Públicas ante la Universidad Austral.

Ban Ki-moon aplaude la elección pacífica del nuevo presidente en República Centroafricana

Durante su visita al país el pasado mes de noviembre, el Papa llamó a la reconciliación y la unidad

El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, ha aplaudido a la República Centroafricana por el proceso electoral que ha transcurrido de manera pacífica, tras varios retrasos en las fechas de las votaciones.
En un comunicado, el titular de la ONU ha felicitado este domingo a Faustin Archange Touadéra, que con el 62,71 por ciento de los votos, se ha proclamado vencedor en la segunda vuelta de las elecciones celebradas el 14 de febrero. Ban Ki-moon también ha expresado su agradecimiento al candidato presidencial Anicet Dologuele por reconocer la victoria de su rival.
Ahora el resultado debe ser ratificado por el Tribunal Constitucional, que anuló los resultados de las elecciones legislativas que se celebraron en diciembre debido a las deficiencias en la organización.
Touadéra, que fue primer ministro de la República entre 2008 y 2013, sustituirá a la presidenta de transición, Catherine Samba-Panza, que tenía prohibido presentarse a los comicios.
Se espera que esta nueva elección sirva para avanzar en la reconciliación en un país azotado por la violencia.
El pasado mes de noviembre, el papa Francisco visitó  la República Centroafricana, un país desgarrado por las rivalidades políticas. Francia le pidió que no fuera, por considerar que el riesgo era demasiado alto.
“Vengo a la República Centroafricana como peregrino de la paz, y me presento como un apóstol de la esperanza”, escribió el Santo Padre en su cuenta oficial de Twitter minutos antes del aterrizaje.
En el presidencial Palacio del Renacimiento, el Pontífice pidió al Gobierno de transición y a los ciudadanos que se inspiren en el lema del país, “unidad, dignidad y trabajo”, para superar el conflicto.
Tras reunirse con la presidenta de la transición y con miembros del cuerpo diplomático, el Papa felicitó a las autoridades nacionales e internacionales “por los esfuerzos que han realizado para dirigir el país en esta etapa”.
Pocas horas más tarde, en su visita a un campo de desplazados, Francisco reclamó “una gran paz” en la antigua colonia francesa.
“La paz sin amor, sin amistad, sin tolerancia, sin perdón, no es posible. Cada uno de nosotros debe hacer algo. Yo les deseo, a ustedes y a todos los centroafricanos, la paz, una gran paz entre ustedes”, señaló entonces el Santo Padre.
En la catedral de Bangui, donde procedió a la apertura de la primera Puerta Santa del Jubileo de la Misericordia, el Pontífice hizo un llamamiento a “todos los que empuñan injustamente las armas de este mundo” para que depongan “estos instrumentos de muerte”. “Ármense más bien con la justicia, el amor y la misericordia, garantías auténticas de la paz”, subrayó.
La República Centroafricana protagoniza un tumultuoso proceso de transición desde que en 2013 los rebeldes Séléka derrocaran al presidente de entonces, François Bozizé, desencadenando una ola de violencia que ya ha causado miles de muertos y ha obligado a casi un millón de personas a huir de sus hogares.

El padre Rupnik explica el sentido de la misericordia en la vida cotidiana

El teológo jesuita ha predicado en el Jubileo de la Curia Romana y las instituciones de la Santa Sede, recordando que la Iglesia se diferencia por una forma de estructurarse, gobernar, dirigir y gestionar que es comunión

La predicación, en la que también estuvo presente el papa Francisco, abordó el sentido de la misericordia en la vida cotidiana. De este modo, recordó que nuestra fe es “acogida de una vida” y esta es la tarea de la Iglesia: “manifestar de qué gracia, de qué bondad hemos sido destinatarios”. Es decir, hacer ver al mundo qué ha hecho Dios en nosotros, caminando “a través de la humanidad”.
Asimismo, explicó que de alguna manera, no la Curia Romana, sino cualquier Curia, corre el riesgo de la tentación de adquirir un carácter un poco para-estatal, para-imperial, como en el pasado. “Y esta una tentación tremenda: porque esto pone en el corazón la función, la estructura, la institución, el individuo ‘que es en función de…’”, advirtió.
Por esta razón, el padre Rupnik aseguró que sería un “escándalo” hacer ver al mundo que vivimos el cristianismo como una realidad individual. La Iglesia se diferencia por “una forma de estructurarse, de gobernar, de dirigir, de gestionar” que es comunión, que es inclusión.
La gente se pondrá en camino con una Iglesia que dentro de sus gestos y sus palabras haga “emerger a otro, el Hijo y, todavía más, al Padre”. Así, el hombre –precisó– se podrá convertir en “lugar de la vida, como comunión y misericordia”.
Por otro lado, subrayó que la misión de la Iglesia es “cubrir la distancia entre nosotros y nuestro hombre contemporáneo, herido como nosotros, que sufre como nosotros, probado como nosotros: cuanto más probado seamos como todos los hombres, más seremos misericordiosos, porque esto es el sacerdocio de Cristo. Ha sido probado en todo su ser sacerdote misericordioso. Y así, implicaremos a las personas en un deseo de vida nueva”.
También explicó que el Señor es “el único que puede cubrir la distancia que separa al hombre perdido, pecador, muerto, del Dios viviente”.
El hombre por sí solo no puede hacerlo: tal capacidad de Dios de “alcanzarnos” es la misma identidad de Dios “hacia nosotros y hacia la Creación, es decir la misericordia”.

Beata Rafaela Ybarra de Villalonga – 23 de febrero

«Esta protectora de la infancia y de la juventud, fundadora del Instituto de las Hermanas de los Ángeles Custodios, siempre contó con el decisivo y generoso apoyo de su esposo que no puso impedimento a su profesión religiosa»

A Rafaela su esposo nunca le puso impedimentos para ejercer un vibrante apostolado, que secundó generosamente, culminando con su aprobación para que profesase y fundase un Instituto religioso, máxima prueba de un amor humano que se inspira en el divino. Esta excelente esposa y madre de familia nació en Bilbao, España, el 16 de enero de 1843. También en ella se cumple, como en la mayoría de los casos, que su fe nació y quedó profundamente arraigada con el testimonio y aliento de su familia, que le inculcó la base virtuosa sobre la que estuvo erigida su existencia. Pertenecía a la alta sociedad bilbaína. Los signos del amor divino en ella fueron precoces. Vivió la experiencia de su primera comunión gozosamente: «Comulgué con gran fervor. Recuerdo muy bien haber experimentado grandes consuelos espirituales y haber llorado pensando en la Pasión de Jesús». No obstante, en medio de su piedad también hubo un hueco para ciertas vanidades que, por lo general, resultan particularmente atractivas en la juventud. Ella misma confesó sus buenos hábitos y debilidades: «Me gustaba ser vista y obsequiada. El lujo no era exagerado para mi posición. Sin embargo, gastaba bastante en todo. Me gustaban mucho las joyas. Pero conservaba un fondo de piedad natural. Rezaba el Rosario todos los días con los criados; leía mis libros de piedad y era compasiva con los necesitados».

A los 18 años contrajo matrimonio con José de Villalonga, ingeniero industrial de procedencia catalana, hombre virtuoso, sin cuya generosidad y respeto no hubiera podido llevar a cabo la obra que emprendió. La súplica de Rafaela era esta: «Que sea cada día mejor esposa, mejor madre, mejor hija. Haz, Señor, que yo sea una mansión de paz dentro de la familia». Lo consiguió. Compaginó admirablemente la vida de oración y de caridad con el cuidado de su extensa familia, compuesta por los siete hijos que alumbró más cinco sobrinos que quedaron a su cargo cuando su hermana, y madre de los pequeños, falleció. Ella también tuvo que desprenderse tempranamente de dos de sus hijos, y el benjamín quedó apresado por una terrible y dolorosa parálisis infantil. Aunque san Juan Bosco se lo vaticinó al encontrarla en Barcelona: «Señora, este niño será su crucecita», la madre tuvo que afrontar ese dolor y gozarse de la grandeza del pequeño que un día le dijo: «Mamá, tú eres por lo menos ‘Sierva de Dios’».

Rafaela llevaba ya una vida de oración y tenía tal devoción al Santísimo Sacramento que cada vez se sentía más empujada a la unión con Él, y a realizar el mayor bien que le fuera posible. Ese momento llegó cuando a raíz de la profesión de su marido –promotor de la empresa Altos Hornos, que tenía un capital humano de tres mil personas–, tomó contacto con esa realidad del mundo obrero. Se sentía inclinada a cuidar de las niñas y de las jóvenes expuestas a los riesgos que van unidos a la pobreza y la ignorancia frecuentes en su época. Veía los males que acechaban a las jóvenes obreras y para acogerlas creó la casa Asilo de la Sagrada Familia. Las recogía por las calles y no dudaba en ponerse en aprietos con tal de rescatarlas del peligro. Quería proporcionarles todo lo que precisaban humana y espiritualmente, sembrando sus vidas de esperanza. Además, a los enfermos y pobres nunca les faltó su caridad. «Las personas pasan, pero las obras permanecen», solía decir.

Creó en Bilbao numerosas instituciones de protección a la mujer. La ayudaron en este empeño voluntarias que trabajaban siguiendo la consigna que les dio: «dulzura en los medios y firmeza en los fines». Tenía claro, y así lo transmitió, que «lo que no alcance el amor, no lo conseguirá el temor». Lo decía por experiencia, puesto que un día que fue a buscar a una reclusa, ésta la abofeteó. Y ella, respondiendo con mansedumbre, le dijo: «No me has hecho daño, hija mía; desde hoy te quiero más», palabras tan sentidas y auténticas, que la joven se vino abajo y se arrepintió llorando amargamente. El propósito de toda la obra de Rafaela fue este: vivir «unidas a Dios por la oración y el apostolado» para llevar «el anuncio del amor de Dios, al mundo de la niñez y de la juventud». Así surgieron pisos y talleres con los que pudo dar sustento y formación a estos colectivos. Contó con el consentimiento de su esposo D. José Villalonga para hacer profesión religiosa y fundar el Instituto de las Hermanas de los Ángeles Custodios en 1894. Falleció el 23 de febrero de 1900. Había hecho vida el lema que inculcó a todos: «nunca os canséis de hacer el bien». Fue beatificada el 30 de septiembre de 1984 por Juan Pablo II.

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ZENIT Staff

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