(ZENIT – Roma).- El cardenal arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, presidió este Miércoles Santo en Caracas, la misa en honor del Nazareno de San Pablo, devoción muy sentida por la población local.
En declaraciones a la prensa el cardenal consideró que la devoción de los católicos se ha incrementado constantemente en el país y esto se evidencia en el recorrido del Nazareno, cuya fe ha aumentado al pasar los años. Una devoción que simboliza, la humildad, la devoción y la esperanza, dijo.
Como es de dominio público, Venezuela está sufriendo una situación política, social y económica muy difícil, agravada por el bajo precio internacional del petróleo. Los mensajes en la red social Twitter en la etiqueta #UnMilagroParaVenezuela son un síntoma de lo que se está viviendo, como la frase que dice: «Un milagro para Venezuela sería que vuelva la comida a los anaqueles».
El cardenal Urosa en su homilía habló de la falta de seguridad ciudadana, exhortando al gobierno nacional asumir su responsabilidad de proteger a los venezolanos. “Tenemos que pedir a Dios para que cese la violencia en Venezuela” dijo, y añadió que “las calles deben estar en manos de los ciudadanos, no en manos de delincuentes”.
“El mensaje fundamental de la Iglesia –dijo el purpurado– es seguir a Jesucristo. Seguir a Jesús significa dejar a un lado la droga, la corrupción administrativa, el narcotráfico, el odio y la búsqueda del dinero por sobre todas las cosas. Seguir a Jesucristo significa amar al prójimo como a nosotros mismos. El que siga a Jesucristo tendrá la luz de la vida”.
Habló también de la falta de alimentos y pidió al Gobierno que tome las medidas necesarias para que cese la escasez y la plata le alcance a los ciudadanos.
Hizo especial amado a rechazar los «linchamientos que recientemente se han registrado en algunos sectores de Caracas y de otras regiones de Venezuela», precisando que “no nos debemos dejar llevar por tentación de la violencia, debemos buscar siempre el encuentro y la paz” y si bien reconoció que hay impunidad, “no podemos convertirnos en asesinos”.
Señaló también el rechazo al «asesinato de 17 mineros en el estado Bolívar», y elogió la valentía de Monseñor Mariano José Parra Sandoval, por ser el primero a denunciar esta masacre.
El arzobispo invitó además a estar alerta para oponerse a cualquier propuesta en favor del aborto ya que esa no es una práctica tolerada en Venezuela, así como a rechazar el relajo afectivo sexual que daña a las muchachitas.
Y concluyó exhortando a defender la familia, institución constituida por Dios, «para que el hombre y la mujer, casados y bendecidos por el sagrado sacramento del matrimonio tengan su hogar, tengan sus hijos, sean felices; esa es la vía del buen cristiano. Una buena familia cristiana».
La procesión, una de las tradiciones más antiguas de Venezuela, congrega cada año a miles de files que con motivo de la Semana Santa, cargan la imagen por las calles de la ciudad.
La procesión partió desde la basílica de Santa Teresa y recorrió una parte del centro de Caracas. En este Jubileo de la Misericordia, partió por primera cuando aún era día y ha sido más larga de lo habitual.
En Venezuela, hay tres procesiones principales en las que se recuerda la pasión de Jesús: la de San Pablo, en Caracas; la de Barquisimeto, en Lara; y la de Achaguas, en Apure.
El cardenal Urosa en la misa por el Nazareno de San Pablo. (Foto cortesía de Ramón Antonio Pérez, de El Guardían Católico)
Venezuela: el cardenal Urosa pide acabar con tanta violencia
En la misa en honor del Nazareno de San Pablo, el purpurado exhortó a defender la familia y la vida