(ZENIT – Roma).- Del 1 al 4 de abril, una delegación de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) viajará hasta Erbil, la capital del Kurdistán iraquí. Aprovechando dicha ocasión, el papa Francisco ha querido enviar ornamentos sagrados y un donativo económico personal para los cristianos iraquíes. De este modo, el Pontífice se lo ha confiado al obispo de Carpi, monseñor Francesco Cavina, que formará parte de la delegación encabezada por el director de AIN en Italia, Alessandro Monteduro, junto con el obispo de Ventimiglia-San Remo, monseñor Antonio Suetta, y el padre Massimo Fabbri, que acude en representación de la archidiócesis de Bolonia.
“En cuanto el Santo Padre ha tenido noticia de mi viaje junto a Ayuda a la Iglesia Necesitada, me ha llamado por teléfono para manifestar su deseo de enviar un regalo a nuestros hermanos en la fe iraquíes”, ha explicado monseñor Cavina, según informa AIN. Además, el papa Francisco ha entregado a monseñor Cavina una carta en la que elogia el viaje organizado por esta fundación pontificia, que califica de “iniciativa que expresa amistad, comunión eclesial y cercanía con tantos hermanos y hermanas cuya preocupante y difícil situación, me ocasiona un profundo dolor. Nos invita a defender el derecho inalienable de toda persona a profesar libremente la propia fe”.
Asimismo, el Papa anima a “no olvidar el drama de la persecución” y señala cómo “el testimonio de fe valiente y paciente de tantos discípulos de Cristo representa para toda la Iglesia un reclamo a redescubrir la fecunda fuente del Misterio Pascual, del cual obtenemos energía, fuerza y luz para un nuevo humanismo”.
Y concluye recordando que la misericordia “nos invita a inclinarnos ante nuestros hermanos y a secar sus lágrimas para curar sus heridas físicas y morales, y para consolar sus corazones conmocionados y tal vez perdidos. No se trata solo de un acto necesario de caridad, sino de un socorro al propio cuerpo, pues todos los cristianos somos, en virtud del propio bautismo, ‘uno’ en Cristo”.
La delegación se reunirá en Kurdistán con monseñor Bashar Matti Warda, arzobispo caldeo de Erbil, y visitarán “los centros para desplazados de los suburbios y la ciudad cercana de Ankawa, donde la mayoría de los habitantes son cristianos”, explica AIN.
A las afueras de Erbil también se encuentra el pueblo Padre Werenfried (llamado así por el fundador de AIN, P. Werenfried van Straaten). Este pueblo se compone de 150 casas prefabricadas, donadas por Ayuda a la Iglesia Necesitada, en las que se alojan 175 familias cristianas. La delegación también visitará las escuelas prefabricadas donadas por la fundación pontificia que permiten seguir estudiando a unos 7 mil niños iraquíes.
Otro encuentro que tendrá la delegación será con monseñor Petros Mouche, obispo siro-católico de Mosul, que se ve obligado a vivir en Erbil junto con sus fieles tras la toma de su ciudad por el Estado Islámico.
Desde junio de 2014 hasta hoy, AIN ha destinado a los cristianos iraquíes más de 15,1 millones de euros. El apoyo a los cristianos iraquíes no ha cesado durante esta Cuaresma, durante la cual la sección italiana de la fundación pontificia ha promovido seis proyectos para ayudar a los 250 mil cristianos que permanecen en Irak. A esta campaña también se han unido con generosos donativos las diócesis de Carpi y de Ventimiglia-San Remo.
Casas Prefabricadas Erbil - Fotografía de AIN
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