(ZENIT – Roma).- El presidente Evo Morales poco antes de regresar a Bolivia atacó a los obispos de su país. El mandatario tuvo el viernes un encuentro con el papa Francisco, y participó en la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales a un congreso de dos días sobre la encíclica Centesimus Annus, publicada en el centenario de la Rerum Novarum.
La oficialista Agencia Boliviana de Información (ABI) escribe: «El presidente Evo Morales consideró el sábado que los jerarcas de la iglesia Católica en Bolivia que no entienden el mensaje del papa Francisco, de estar al lado de los pobres, deberían crear su partido político procapitalista y ser oposición al Gobierno del Movimiento Al Socialismo».
La noticia de la ABI que señala como el lugar de su redacción «Roma-La Paz» cita al presidente: «“En algunas misas algunos padres qué dicen ‘que el satanás está en el Palacio’; entonces quién es el satanás, Evo», manifestó al lamentar que algunos jerarcas católicos hayan asumido una postura derechista y de oposición al Gobierno del movimiento indígena campesino, trabajadores y organizaciones sociales”».
«No obstante, Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, dijo estar fortalecido por el mensaje de luchar contra la pobreza y la injusticia del papa Francisco, con quien se reunió en la víspera y le recomendó «Evo siempre con el pueblo”» escribe la agencia gubernativa.
La audiencia pontificia en la que Morales le regaló tres libros sobre la coca al papa Francisco, fue considerada por diversos analistas como ‘fría’, respecto a las anteriores.
El atrito entre el gobierno Morales y la Iglesia aumentó después que el 1 de Abril los obispos del país andino publicaron un comunicado con el título: “Iglesia católica pide abrir debate sobre narcotráfico y drogadicción que daña la sociedad boliviana”.
La Iglesia de Bolivia manifestó así su preocupación por la situación negativa que genera la producción de cocaína y el consumo de la misma en el país, pide participar en la redención de las personas que han caído en la drogadicción y hacer que las instituciones fortalezcan su compromiso para enfrentar este problema.
“Ser productor nos muestra como uno de los principales eslabones de la cadena del narcotráfico. Ser país de tránsito habla muy mal de la capacidad de interdicción, incluso puede ser interpretado como complicidad de nuestras instituciones. Ser un país consumidor es causa de graves problemas relacionados con la violencia, la corrupción y el abandono de los valores culturales”.
Pocos días después de la publicación del documento de los obispos, el 7 de abril, durante la sesión inaugural de la 51° Asamblea de los Obispos de Bolivia, el padre Christopher Washington, representante de la Nunciatura Apostólica transmitió un mensaje de aliento: “Queridos y Excmos. hermanos, el Papa nos ha dicho que está seguro de que Bolivia y su Iglesia llegarán a tiempo a la cita con ellos mismos, con la historia, con Dios”.
