(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha recibido este miércoles mañana a los participantes en el Coloquio con el “Royal Institute for Interfaith Studies” de Amán, promovido por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. El Santo Padre les ha asegurado que se quedó muy contento y recuerda mucho su visita a Jordania, que tuvo lugar el 24 de mayo de 2014. “Es un bonito recuerdo que llevo conmigo”, ha precisado.
Del mismo modo ha asegurado a los presentes que “el trabajo que hacéis es un trabajo de construcción”. Vivimos en un tiempo –ha asegurado– en el que estamos acostumbrados a la destrucción que hacen las guerras. Y el trabajo del diálogo, del acercamiento, “nos ayuda siempre a construir”.
El Santo Padre ha recordado que en una reunión de este tipo la palabra más importante es diálogo. “Y el diálogo es salir de sí mismo, con la palabra, y escuchar la palabra del otro. Las dos palabras se encuentran, los dos pensamientos se encuentran. Es la primera etapa de un camino”, ha explicado Francisco.
En esta misma línea ha observado que en este encuentro de la palabra, los corazones se encuentran y comienza un diálogo de amistad, que termina con el apretón de manos. “Palabras, corazón, manos. Es sencillo”, ha añadido. El Santo Padre ha asegurado a los presentes que esto lo sabe hacer uno niño y ha preguntado por qué no hacerlo nosotros.
Y este es –pequeño, pequeño, pequeño– el paso de la construcción, de la amistad, de la sociedad. Y así, ha finalizado subrayando que “somos hermanos” porque todos tenemos un Padre común.
