(ZENIT – Roma).- “Ecología integral en diálogo con la misericordia”, fue el lema del XI Congreso Católicos y Vida Pública, que celebró este mes de junio su sexta y quinta versión respectivamente en las sedes de la Universidad Santo Tomás de las ciudades de Concepción y Antofagasta.
La convocatoria reunió a más de 150 asistentes en cada ciudad, muestra del interés suscitado por la reflexión y debate en torno al mensaje del papa Francisco en su última encíclica, Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común.
Lo indicó la Universidad Santo Tomás en una nota enviada ayer a la redacción de ZENIT, en la que explica que dicha actividad, con más de diez años de trayectoria en Chile, busca movilizar a los católicos para vivir los valores católicos en todas las instancias de la vida personal y social.
Este año se abordó la ecología integral, que amplía la mirada del ecologismo, al poner a la persona en el centro de la reflexión y a la creación como obra de Dios que se nos entrega en custodia y administración. Así, las problemáticas medioambientales abordadas que hoy nos afectan se enmarcaron en un marco más amplio, el de la misericordia que hace suyas las debilidades y miserias de los demás, porque los ve como hermanos.
El punto central fue la celebración de la Santa Misa, presidida por Mons. Chomalí en Concepción y por el vicario de Monseñor Lizama, en Antofagasta. A la eucaristía le siguieron ponencias y mesas redondas que abordaron la ecología desde la educación, la sociedad, la cultura, la pobreza y la sustentabilidad en el amor, y siempre haciendo hincapié en la centralidad y responsabilidad de la persona. Expositores internacionales, nacionales y locales fueron entregando una riquísima experiencia y doctrina.
Entre ellos destacar al Doctor español José T. Raga y a la periodista de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Magdalena Lira, presentes en ambas instancias. Los invitados nacionales en Concepción fueron el P. Montes, Ricardo Irarrázabal (de Voces Católicas), Francisco Javier Gil (Cátedra Unesco, Universidad de Chile) y el parlamentario Felipe Kast, mientras en que Antofagasta hablaron Gonzalo Cruzat, promotor de la donación de órganos, Juan Cancino, ex rector de la UCSC, Paula Pinedo (Voces Católicas) y Esther Gómez, entre otros.
A su vez, el rico tinte local vino a través de la participación de destacadas figuras como el Seremi de Economía del Bio Bío, Iván Valenzuela, Pablo Uribe (Instituto Teológico), Cecilia Ponce (directora del Hogar de Cristo) y Marion Saavedra (estudiante UST voluntaria en Etiopía), y en el norte, con el director de El Mercurio de Antofagasta, Víctor Toloza, el profesor Ricardo Díaz, la teóloga Eva Reyes, el emprendedor social, Arturo Soto, y los estudiantes de la Santo Tomás Joel Reyes y Óscar Meneses, con experiencias de voluntariado.
La jornada estuvo marcada por el entusiasmo del público que participó del evento. Para Daniela Jara, profesora de religión y psicóloga del Instituto Santa María de Antofagasta, el evento fue un aporte para la ciudad, enfatizando que “es una provocación a generar cambios positivos en una región que está expuesta a la contaminación, a los prejuicios en temas como la inmigración, la pobreza y nos da una visión clara sobre cuál es nuestro rol en la sociedad como católicos”.
Para la Directora Nacional de Formación e Identidad de la Universidad Santo Tomás, María Esther Gómez de Pedro, el evento se tradujo en un éxito por el alto nivel de las reflexiones y por la gran convocatoria lograda, señalando que “contamos con un público muy heterogéneo, muchos jóvenes, adolescentes, personas de mediana edad, con las que logramos entablar un diálogo muy cercano y enriquecedor, lo que se vio reflejado en las conclusiones del evento, que fue todo un éxito”. En las dos ciudades el equipo organizador valoró muy positivamente el Congreso, cuyos ecos se están empezando ya a sentir.
Congreso católicos y vida pública (Foto cortesía U. Sto Tomás)
Universidad Santo Tomás en Chile: 'Ecología integral en diálogo con la misericordia'
XI Congreso Católicos y Vida Pública 2016: la ecología integral amplía visión del ecologismo al poner a la persona en el centro de la reflexión