(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El Santo Padre ha saludado esta mañana a obispos de Panamá y les ha asegurado que tienen entre manos “tremendo lío” pero les ha pedido que “no tengan miedo de seguir armando lío». Así lo ha indicado monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá. Junto con el cardenal José Luis Lacunza, arzobispo de David, y monseñor Manuel Ochogavía, obispo de Colón, han dado una rueda de prensa, después de la audiencia general con el papa Francisco, para precisar algunos detalles sobre la celebración de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Panamá en 2019.
De este modo, monseñor Ulloa ha asegurado que la JMJ de 2019 en Panamá estará marcada por la tradición y cultura del país. Por lo tanto, se organizarán noches muy animadas, bailes, salsa y se sentirá la realidad indígena y afro. Asimismo, ha indicado que no están pensando solo en el momento de 2019, «queremos empezar a trabajar desde ahora y sobre todo en Centroamérica» para sacar a los jóvenes de la «exclusión y la marginalidad». Este es «nuestro trabajo», ha matizado.
Queremos hacer realidad –ha precisado– lo que somos como pañamenos: puente del mundo, corazón del universo, abierto a acoger siempre a los hermanos. La motivación de los obispos para organizar este evento es también la realidad que se vive en la región centroamericana, es decir, la oportunidad de que muchos más jóvenes pudieran tener la experiencia de una JMJ en este lugar.
Por otro lado, también ha recordado la importancia de la situación geográfica de este país. Panamá tiene algo muy especial que es “su conectividad” a nivel terrestre, aérea y marítima. «Somos un país puente y eso ofreceremos a la gente», ha aseverado monseñor Ochogavía.
Asimismo, monseñor Ulloa ha precisado que esto es un proyecto de país y ha reconocido que la Iglesia como tal, siendo honesto, no puede llevar adelante sola. “Hemos recibido la ayuda del Gobierno que nos va a facilitar toda esa infraestructura que una JMJ conlleva para que realmente pueda dar los verdaderos frutos”, ha explicado el prelado a los medios. Por su parte, el cardenal Lacunza explicó que debido al clima de Panamá, se está considerando que la JMJ se celebre entre los meses de enero y marzo, es decir, en la temporada seca. El purpurado también ha explicado que han recibido el apoyo de toda la Iglesia de Centroamérica, y la JMJ afectará a toda la región.
La elección de esta sede para la JMJ, la primera realizada por Francisco, puede tener algo que ver con su opción y preocupación por las “periferias”, ha observado el cardenal. Además, Centroamérica no recibe la visita de un Papa desde el año 1983.
El arzobispo de Panamá ha asegurado además que han encomendado la preparación de este encuentro de la juventud al beato Óscar Arnulfo Romero, “modelo de pastor cercano y que entrega la vida por los demás”, “capaz de denunciar pero también de anunciar”. También han puesto en manos de Santa María la antigua, primera advocación mariana en tierra firme.
Respecto a la seguridad, monseñor Ulloa ha precisado que Panamá ya ha organizado eventos como la Cumbre de las Américas, y se sienten preparados para acoger una JMJ, aunque si fuera necesario se pedirá ayuda a los países vecinos.
Monseñor Manuel Ochogavía, monseñor José Domingo Ulloa y el cardenal José Luis Lacunza (De izquierda a derecha)
Los obispos de Panamá aseguran que la JMJ 2019 afectará a toda América Central
El Santo Padre ha animado a los obispos de Panamá a que sigan «armando lío» en la organización de la próxima Jornada Mundial de la Juventud