(ZENIT- Ciudad del Vaticano 23 de abril de 2017). – Al día siguiente de la beatificación del padre Luis Antonio Ormiéres (1809-1890), en Oviedo, España, el 22 de abril de 2017, el papa Francisco ha saludado su memoria, como ejemplo para el mundo de la educación.
“Ha derrochado sus numerosas cualidades humanas y espirituales al servicio de la educación, por eso funda la Congregación de las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda”, ha recordado en el Regina Coeli del 23 de abril de 2017, en la plaza San Pedro. Y de desear: “que su ejemplo y su intercesión ayuden en particular a los que trabajan en las escuelas y en el mundo de la educación”.
Nacido el 14 de julio de 1809 en un pequeño pueblo de los Pirineos franceses, Quillan, en una familia profundamente cristiana, entra en el seminario de Carcassonne a los 16 años, y a los veinticuatro años, en 1833, fue ordenado sacerdote.
En diciembre de 1839 funda la congregación de las hermanas del Santo Ángel de la Guarda, abriendo una escuela en Quillan: las consagradas tenían como vocación “hacerse pequeñas con los pequeños”. A partir de 1883, pasa los últimos años de su vida en España donde muere el 16 de enero de 1890.
“El nuevo bienaventurado era un hombre emprendedor, un educador nacido con una personalidad rica de virtudes cristianas, como la fe, la esperanza, la caridad y de calidades humanas como la bondad, la gratitud, la serenidad, la amistad”, ha subrayado el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las causas de los santos, a lo largo de la celebración de beatificación.
“En él, ha añadido el cardenal en su homilía transmitida por Radio Vaticano, la misericordia de Dios tiene preferencia por los pequeños, los pobres, los inocentes”: “era tan generoso asistiendo a los enfermos que el obispo le llama verdadero mártir de la caridad. Invitó a sus hijas espirituales a imitarle en la ayuda a los desdichados. Decía: “Hijas mías, tenéis que poneros las alas y tener ánimo”.
Ante unos 2500 fieles de 11 nacionalidades que participaban en la ceremonia, el cardenal Amato también ha saludado a las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda, hoy presentes en Europa (España, Alemania, Italia), Asia (Japón), África (Mali, Costa de Marfil) y en América (Venezuela, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, México, Nicaragua, Salvador): “Su misión es la de ser verdaderos ángeles guardianes del prójimo que tienen necesidad de dirección y de consuelo, con una actitud de simplicidad, de fe humilde y confianza en Dios, de generosidad en el servicio, de disponibilidad en el anuncio del reino de Dios por el testimonio coherente del Evangelio”.
Traducción de Raquel Anillo
P. Luis Ormières © Diocèse De Carcassone
España: Bienaventurado Luis Antonio Ormières, un ejemplo para el mundo de la educación
Homenaje del papa Francisco en el Regina Coeli