(ZENIT – Roma, 27 Jul. 2017).- Otra iglesia ha sido quemada a lo largo del camino que va desde Cajón a la localidad de Vilcún, en la Araucanía chilena, a pocos kilómetros de la ciudad de Temuco, ciudad que el papa Francisco visitará en enero de 2018 durante su viaje apostólico de tres días a Chile.
La noticia retomada por la agencia FIDES, señala que esta vez se trata de una iglesia evangélica que ha quedado completamente destruida este martes 25, sin que los bomberos pudieran hacer nada frente a un incendio provocado. En el lugar se encontró una pancarta con la inscripción “libertad para los presos políticos mapuches”.
El Plan Araucanía ha sido entregado el pasado mes de junio al pueblo chileno y comprende el desarrollo económico y social de la zona y el final definitivo de todo tipo de violencia sin sentido contra las instituciones.
El tan esperado “Plan para la Araucanía” tiene la intención de poner fin al conflicto histórico entre el Estado y los mapuches que dura desde hace más de 150 años. En particular desde los años 90 contra los agricultores y empresarios, debido a la propiedad de la tierra, considerada por los mapuches como un patrimonio ancestral. En los últimos años gran cantidad de templos, generalmente de madera, han sido quemados.
En la región de La Araucanía, la estrategia ha sido la de aumentar el control policial, generando una ulterior sensación malestar en las comunidades mapuches y de todas las personas que constantemente sufren interrogatorios y controles, indicó FIDES
De otro lado, el obispo de Temuco, Mons. Héctor Eduardo Vargas Bastidas, S.D.B. en una entrevista dada en abril de 2016 a un periódico local, ya explicaba que “las iglesias quemadas se encuentran ubicadas en las comunidades mapuches, tenemos que pensar que estas iglesias fueron construidas por ellos mismos».
“Los mapuches, tales como el Grupo de los ‘loncos’, son los primeros animadores de las comunidades: dirigen el catecismo, son misioneros laicos, tienen incluso seminaristas. Ahora la gente tiene miedo. Estos ataques no sólo afectan a la Iglesia, sino a la misma comunidad local” añadió. “El pueblo mapuche es profundamente religioso”, dijo el obispo, “y la solución definitiva inicia con el diálogo”.
La propuesta de la Comisión nacional “Justicia y Paz” de la Conferencia Episcopal Chilena, presentada a la Comisión consultiva presidencial para la Araucanía, en octubre de 2016 fue rechazada. En la propuesta se invitaba a “aceptar las verdades esenciales del fracaso de la contienda Estado-pueblo mapuche, con la obligación de negociar la paz sin miedo a la plurinacionalidad y la autonomía”.
El 3 de mayo de 2017, fue nuevamente presentada y hecha pública porque sigue considerándose actual a la luz de las nuevas conversaciones para resolver la problemática histórica del pueblo mapuche.
El Papa Juan Pablo II en Temuco, les dijo el 5 de Abril de 1987 a los campesinos e indígenas: “En modo particular me alegro de saludar al pueblo mapuche, que cuenta con su lengua, su cultura propia y sus tradiciones peculiares como valores característicos dentro de la nación chilena”.
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