(ZENIT – 10 Sept. 2017).- “Todavía hoy, en Colombia y en el mundo, millones de personas son vendidas como esclavos, o bien mendigan un poco de humanidad, un momento de ternura, se hacen a la mar o emprenden el camino porque lo han perdido todo, empezando por su dignidad y por sus propios derechos”.
Lo indicó el papa Francisco en el último día del viaje apostólico en Colombia, cuando rezó a las 12 de este domingo la oración del Ángelus, delante del templo dedicado a san Pedro Claver.
“Este santo fue, por lo demás, acusado injustamente de ser indiscreto por su celo y debió enfrentar duras críticas y una pertinaz oposición por parte de quienes temían que su ministerio socavase el lucrativo comercio de los esclavos”, indicó el Papa.
Señaló también que el jesuita Pedro Claver, se hacía llamar «esclavo de los negros para siempre», desde el día de su profesión solemne.
“Él esperaba las naves que llegaban desde África al principal mercado de esclavos del Nuevo Mundo. Muchas veces los atendía solamente con gestos evangelizadores, por la imposibilidad de comunicarse, por la diversidad de los idiomas”, indicó.
Sin embargo, “Pedro Claver sabía que el lenguaje de la caridad y de la misericordia era comprendido por todos. De hecho, la caridad ayuda a comprender la verdad y la verdad reclama gestos de caridad. Cuando sentía repugnancia hacia ellos, besaba sus llagas”.
Señaló que este sacerdote, “austero y caritativo hasta el heroísmo, después de haber confortado la soledad de centenares de miles de personas, transcurrió los últimos cuatro años de su vida enfermo y en su celda, en un espantoso estado de abandono. Efectivamente, san Pedro Claver ha testimoniado en modo formidable la responsabilidad y el interés que cada uno de nosotros debe tener por sus hermanos”.
Ángelus frente al santuario de san Pedro Claver. CTV
Ángelus en Cartagena: "Todavía hoy millones de personas son vendidas como esclavos"
El Papa recuerda la figura de san Pedro Claver y su dedicación al prójimo