(ZENIT).- Cada 24 de setiembre, durante el “Mes de mercedes”, la Iglesia Universal celebra a Nuestra Señora de la Merced, patrona de los cautivos, pero también de las Fuerzas Armadas en algunos países como el Perú, donde es reconocida como la “Gran Mariscala”.
Por tal motivo, el Maestro General de la Orden de la Merced, fray Juan Carlos Saavedra Lucho, peruano, residente en Roma, nos da algunos alcances de esta antigua orden, que está de jubileo al cumplir pronto 800 años de fundación.
¿Cómo recibe esta fiesta de Nuestra Señora de la Merced al frente del gobierno general de la Orden en Roma?
– P. Saavedra: Como animador de esta porción del pueblo de Dios, agradezco a Dios por recibir día a día el ciento por uno al servicio de los cautivos. Es un reto y desafío aprender, conocer, dialogar y compartir en comunidad la historia y tradición de esta obra redentora. Me alegro mucho de visitar y ver la entrega generosa de los frailes y misioneros que se encuentran en tantos lugares de evangelización y consagración mercedaria. Por tal motivo, estoy contento en el Señor por lo que somos y realizamos, espero que la fuerza y la motivación que encuentro a través de la oración, trabajo, estudio y vida común me permitan seguir difundiendo el carisma y la espiritualidad redentora para ser Merced profética en las periferias de la cautividad.
Ya ha empezado la preparación de la celebración de los 800 años de fundación de la Orden. ¿Qué es lo que se quiere destacar en esta celebración?
– P. Saavedra: Desde el 2010 hemos iniciado un “Tiempo de sensibilización” a nivel Orden, la lluvia de ideas se plasmaron con las “Campañas” del Logotipo jubilar (2013), de la Oración (2014) y del Himno (2016), los cuales nos llevaron a complementar el “Trienio de preparación y reflexión” en la Familia mercedaria, que hemos llevado adelante a través del Año de san Pedro Nolasco (2015), el Año de María de la Merced (2016) y el Año de Cristo Redentor (2017). De esta manera, durante el Año del Jubileo “La Merced: 800 Años” queremos destacar el carisma, la espiritualidad y la misión evangelizadora que hemos desarrollado a través del cuarto voto mercedario, denominado “la redención de los cautivos”; el cual, a ejemplo de Jesús, consiste en dar la vida si fuere necesario por amor al cautivo.
A los Mercedarios se les ha relacionado siempre con la liberación de los cautivos… ¿Cuáles son las formas de cautividad que vive el mundo actual?
– P. Saavedra: San Pedro Nolasco, desde el 10 de agosto de 1218 funda la Orden de la Merced para la redención de los cristianos cautivos en peligro de perder su fe; por tal motivo, este proyecto de liberación se ha llevado adelante para la edificación del Cuerpo de Cristo. De tal manera, que el número 16 de nuestras Constituciones muestra el ser y quehacer del mercedario, que en torno a las nuevas formas de cautividad están orientadas a ofrecer un camino de redención por la libertad de los hijos de Dios, como por ejemplo, cuando: 1) es opresora y degradante de la persona humana; 2) nace de principios y sistemas opuestos al Evangelio; 3) pone en peligro la fe de los cristianos; y 4) ofrece la posibilidad de ayudar, visitar y redimir a las personas que se encuentran dentro de ella.
Ustedes siempre han ejercido un «ministerio redentor». ¿Cómo se ejercita hoy en día este carisma?
– P. Saavedra: Renovados por el espíritu del Concilio Vaticano II, la Orden hace visible el carisma en diversas obras de evangelización, como la visita y redención a los hombres y mujeres privados de libertad que se encuentran inmersos en el mundo de la pastoral penitenciaria, las casas de hogares y acogida para los migrantes y refugiados, los lugares de redención para la trata de personas, la educación liberadora con servicios sociales, las obras parroquiales que promueven la formación, inclusión y la solidaridad por los más necesitados, así como talleres de promoción humana que ayudan a la reinserción social de tantos rostros anónimos de nuestro pueblo.
Preocupa que el mundo trasgreda tanto, lo que es el respeto a la dignidad humana. Están los casos de la trata de personas, los flujos de migración, los conflictos armados, la legislación pro-aborto, entre otros… ¿Cuál es su llamado ante estas realidades?
– P. Saavedra: Frente a un mundo globalizado, del far west, de la cultura líquida y del egoísmo, del narcisismo y de la auto realización, donde la cultura de la violencia y la muerte no valora ni respeta al ser humano, nuestra llamada a Visitar, Redimir y Liberar sigue siendo profética en estos tiempos nuevos; de esta forma se actualiza el carisma generando una “cultura del encuentro” y de la “transparencia cristiana”, para estar al lado de los más pobres y excluidos. Así pues, el anuncio del evangelio nos invita a ser signos y testimonios del Cristo resucitado en lugares periféricos donde clama la justicia y la verdadera libertad a favor de los hijos de Dios. Por ello, decimos, No a la violencia, No a la muerte, No al racismo y la indiscriminación, No a la trata de personas; al contrario, Sí a la Vida, Sí a la libertad y Sí a la regeneración de una nueva humanidad recreada en el Señor de la Verdad, de la belleza y del Espíritu.
Cuéntenos cómo está la presencia mercedaria en el mundo y cuáles son sus principales planes de expansión y misión.
– P. Saavedra: La presencia de La Merced en el mundo está compuesta por los religiosos y sacerdotes de la Orden que vienen difundiendo el carisma en cuatro continentes a través de diversos caminos de evangelización. Divididos en nueve Provincias, con sus respectivas Vicarías y Delegaciones vienen sirviendo en más de ciento veinte comunidades asentados en veinticinco países. Si sumamos todo ello al ser y quehacer de las Monjas y Religiosas mercedarias, así como las diversas Hermandades o grupos de interacción redentora, formamos la gran Familia Mercedaria esparcida como las semillas del Verbo en el mundo. Todo ello, no exime que los religiosos tengan el espíritu de salida hacia nuevas zonas de expansión carismático-espiritual, como ya se ha venido realizando a través de los últimos años, sobre todo en las zonas de África e India.
Finalmente, un mensaje a la familia mercedaria en camino a los 800 años de fundación…
– P. Saavedra: La Merced en camino hacia los ocho siglos de existencia es un don de Dios para la Iglesia; por tal motivo queremos seguir siendo: a) proyecto liberador, b) promoción carismática y c) presencia del espíritu divino, allí donde se necesita la manus Dei para la redención. Invito a todos a vivir las próximas celebraciones con “paz fraterna”, “gozo profético” y “esperanza misionera” ante el acontecimiento humilde y sobrio de vivir generosamente la gratuidad para dar la vida por amor al prójimo de este nuevo siglo que nos ha tocado vivir a la luz de Cristo Redentor. Unido al espíritu de Nolasco, nuestro fundador, y a María de la Merced, inspiradora de esta obra de libertad, Madre de la ternura y misericordia, estrella de la evangelización, agradezco a ZENIT su labor periodístico-evangelizadora ante el hecho de brindarme este espacio de difusión y comunicación. Dios los bendiga siempre.
José Antonio Varela Vidal – Periodista
Dar la vida por amor a los cautivos de hoy
Entrevista a Fray Juan Carlos Saavedra Lucho, maestro general de la Orden Mercedaria