(ZENIT – 3 Oct. 2017).- El desarrollo social real –declaró el Observador ante la ONU– debe «centrarse integralmente en las personas» para conseguir logros duraderos, «especialmente para los más vulnerables y marginados».
El Arzobispo Bernardito Auza, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, intervino el pasado 2 de octubre de 2017 en Nueva York, durante el debate de la Tercera Comisión dedicado al Desarrollo Social, en la 72ª Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En su declaración, Monseñor Auza señaló que si bien se están haciendo progresos en la erradicación de la pobreza, el aumento de la desigualdad, el reciente aumento del número de personas que sufren hambre y el número de personas que quedan atrás no puede sino «preocupar a la comunidad internacional».
Igualmente, Mons. Bernardito Auza indicó que la economía global «debe beneficiar a todos material y espiritualmente», con subsidiariedad y solidaridad de encuentro. Asimismo, señaló las necesidades de los ancianos, discapacitados, jóvenes y migrantes.
Observador Permanente en las Naciones Unidas (Fotografía de archivo)
Mons. Auza: "El desarrollo social real debe centrarse integralmente en las personas"
72ª Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas