Misa en Santa Marta, tercer martes de marzo © Vatican Media

Misa en Santa Marta, tercer martes de marzo © Vatican Media

La clave para superar nuestros desiertos: "Mirar al Crucificado"

Homilía del Papa en la misa celebrada en Santa Marta

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(ZENIT – 20 marzo 2018).- «Mirar al Crucificado en los momentos difíciles, cuando se tiene el corazón deprimido y uno se cansa del viaje de la vida», ha propuesto el Papa Francisco en la misa matutina del tercer martes de marzo.
El Pontífice ha reflexionado a partir de la Primera Lectura propuesta por la liturgia del día (Nm 21,4-9) en la que se narra acerca de la desolación vivida por el pueblo de Israel en el desierto y del episodio de las serpientes, señala ‘Vatican News’ en español.
En este lectura se narra la crisis de hambre por la que pasó el pueblo, a la que Dios había respondido con el maná y después con las perdices; había tenido sed y Dios le había dado el agua.
“Aquí está la clave de nuestra salvación –ha dicho Francisco– la clave de nuestra paciencia en el camino de la vida, la clave para superar nuestros desiertos: mirar al Crucificado. Mirar a Cristo crucificado. ‘¿Y qué debo hacer, Padre?’ – ‘Míralo. Mira las llagas. Entra en sus llagas’. Por esas llagas nosotros hemos sido curados. ¿Te sientes envenenado, te sientes triste, o sientes que tu vida no va, que está llena de dificultades, y también de enfermedad? Mira allí”.
«Envenenarse el alma»
«Nos sucede a todos nosotros cuando queremos seguir al Señor pero nos cansamos», ha advertido el Papa. “Criticar a Dios es envenenarse el alma”. Quizá uno piense que Dios no lo ayuda o que hay tantas pruebas. Siente “el corazón deprimido, envenenado”. Y las serpientes, que mordían al pueblo como narra la Primera Lectura del día, son precisamente “el símbolo del envenenamiento”, de la falta de constancia para seguir en el camino del Señor.
Francisco también invitó esta mañana, en esos momentos, a mirar “al crucificado feo, es decir real”, porque “los  artistas han hecho crucificados bellos, artísticos”, algunos de oro y de piedras preciosas.
Y esto – notó el Pontífice – “no siempre es mundanidad” porque quiere significar “la gloria de la cruz, la gloria de la resurrección”. “Pero cuando tú te sientes así, mira esto: antes que la gloria”, subrayó también el Papa Bergoglio.
Asimismo, el Santo Padre ha invitado a mostrar el cruficicado a los niños: Enseñen a sus niños a mirar al crucificado y la gloria de Cristo. Pero nosotros, en los momentos malos, en los momentos difíciles, envenenados un poco por haber manifestado en nuestro corazón alguna decepción contra Dios, miremos las llagas. Cristo levantado como la serpiente: porque él se ha hecho serpiente, se ha anonadado completamente para vencer ‘a la serpiente maligna’.
Que la Palabra de Dios hoy nos enseñe este camino: mirar al crucificado. Sobre todo en el momento en el que, como el pueblo de Dios, nos cansamos del viaje de la vida”.

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ZENIT Staff

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