(ZENIT – 4 abril 2018).- «El culto eucarístico, dentro y fuera de la Misa, nos ayuda a permanecer en Cristo y a crecer en nuestra unión con Él y con su Iglesia, nos separa del pecado y nos lleva a comprometernos con los pobres y necesitados», ha anunciado el Papa Francisco.
El Papa Francisco ha celebrado esta mañana, 4 de abril de 2018, la Audiencia General en la plaza de San Pedro, junto a miles de fieles de diferentes países, bajo un cielo gris y lluvioso. El Pontífice ha pronunciado la última catequesis del ciclo dedicado a la Santa Misa, en concreto a los ritos de conclusión.
La celebración de la Misa lleva consigo el compromiso del testimonio cristiano –ha dicho el Papa–. Salimos de la Iglesia para «ir en paz», para llevar la bendición de Dios a nuestras casas, a los ambientes en los que vivimos y trabajamos, «glorificando a Dios con nuestra vida».
El Santo Padre ha explicado a los fieles en qué consisten estos ritos: Después de la oración de la comunión, la Misa termina con la bendición y el saludo al pueblo –ha señalado Francisco–. Concluye igual que iniciaba con el signo de la cruz, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Presencia real de Cristo
«La Presencia real de Cristo en el pan consagrado no termina con la Misa, sino que se reserva en el Sagrario para la comunión de los enfermos y la adoración silenciosa», ha indicado el Santo Padre.
El Pontífice ha invitado a los peregrinos a dejar que Cristo actúe en sus vidas y les ha recordado que celebramos la Eucaristía para aprender a ser hombres y mujeres eucarísticos.
Así, Francisco ha citado a san Pablo: «Estoy crucificado con Cristo; vivo, pero no soy yo el que vive, sino Cristo quien vive en mí» (Ga 2,19-20).
Audiencia General 04/04/2018 © Vatican Media
Audiencia General: "El culto eucarístico nos separa del pecado"
Resumen en español de la catequesis del Papa