Se trata de un texto compuesto por tres capítulos que contiene, además, un llamamiento final, indica ‘Vatican News’. Tras una premisa sobre el “gravísimo deber de transmitir la vida humana”, para lo cual “los esposos son libres y responsables colaboradores de Dios Creador”, Pablo VI desarrolló en el primer capítulo los aspectos nuevos del problema y de la competencia del ministerio”, seguido de otros dos capítulos sobre “los principios doctrinales” y sobre las “directrices pastorales”.
Significado unitivo y de la procreación
En el documento se reafirma la relación inseparable entre el significado unitivo y el de la procreación del acto conyugal; y se declara también la ilicitud de algunos métodos para la regulación de la natalidad, como el aborto, la esterilización y la contra concepción; mientras aprueban los métodos basados en el reconocimiento de la fertilidad.
Amor conyugal
También se indican las características del amor conyugal, de la paternidad responsable, y el respeto de la “naturaleza y de la finalidad del acto matrimonial”. En el segundo capítulo la atención se dirige a los caminos ilícitos para la regulación de la natalidad y sobre la ilicitud de los medios terapéuticos, a la vez que se aborda el recurso a los períodos infecundos.
Llamamientos
En el tercer capítulo pueden leerse una serie de llamamientos a los poderes públicos, a los hombres de ciencia, a los esposos cristianos, a los médicos y al personal sanitario, sin olvidar a los sacerdotes y a los obispos. En fin, el llamamiento a todos acerca de la gran obra de educación, de progreso y de amor.
“Invocamos sobre esta tarea – escribía el Papa Giovanni Battista Montini – como sobre todos ustedes y en particular sobre los esposos, la abundancia de las gracias de Dios de santidad y de misericordia, en prenda de las cuales les otorgamos nuestra bendición apostólica”.
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