María Luisa Berzosa © Hijas de Jesús

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Sínodo 2018: María Luisa Berzosa quiere "defender la Iglesia desde dentro"

Entrevista a la única religiosa española en la Asamblea

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(ZENIT – 25 oct. 2018).- «¡Usted es el altavoz del Sínodo!» le dijo el Papa Francisco tras verla en la portada de la revista Vida Nueva, junto a un joven que portaba un altavoz.
María Luisa Berzosa es la única religiosa española que participa en el Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, y admite que lo hace con muchas inquietudes y deseos «en la línea de que haya más inclusión, de que no seamos tan pocas mujeres, de que la Iglesia esté más presente como pueblo de Dios, no solo como jerarquía».
«El deseo va unido al compromiso. En la medida que yo pueda, pues aquí estoy, jugando por ese compromiso», indica. «Si en la Iglesia no tenemos las mujeres la puerta muy abierta, y se nos abre una rendija, yo entro por ahí. Esta vez se me abrió la rendija y aquí estoy», dice sin tapujos.
«Defender la Iglesia desde dentro»
A la jesuitina María Luisa Berzosa le llegó por sorpresa la invitación a participar en el Sínodo de los Obispos, que se celebra en el Vaticano estos días, convocado por el Santo Padre para debatir las inquietudes y los problemas de los jóvenes de todo el mundo.
La consagrada de la Congregación Hijas de Jesús colabora en Entre culturas, que forma parte de Fe y Alegría, fue propuesta por un amigo para participar en esta XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo, y vive esta experiencia como una ocasión para «hablar, luchar y defender la Iglesia desde dentro», describe. «No sentirme espectadora».
Ofrecemos la entrevista concedida en exclusiva a Zenit por María Luisa Berzosa:
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ZENIT: ¿Cómo es su participación en el Sínodo?
María Luisa: Yo pertenezco a la comisión de expertos. Nuestra comisión tiene como objetivo escuchar, recoger todo lo que dice tanto en el aula como en los Círculos Menores y pasarlo a los dos secretarios especiales. Los que coordinan nuestra comisión son los secretarios especiales y nosotros somos colaboradores de esos secretarios. Después, en los grupos por lenguas, en los Círculos Menores, estamos también en cada uno dos expertos, entonces ayudamos también un poco el proceso de discernimiento de grupo y todos los días nos reunimos la comisión de expertos y ahí volcamos como va el proceso de los grupos, qué puntos son más incisivos, qué puntos son más debatidos… Hacemos recuento de lo que vaya pasando.
Nosotros recogemos y aportamos. También damos nuestra opinión, obviamente. Y en los grupos también hemos participado.
ZENIT: ¿Cuál  es su misión con los jóvenes?
María Luisa: Yo soy voluntaria en Entre Culturas, parte de Fe y Alegría, que está en España. Entonces allí hago mucha formación a voluntarios, que son jóvenes y adultos, digamos, porque para salir a países de fuera se exige tener 21 años. De ahí en adelante, es cuando yo hago la formación, hago mucho acompañamiento espiritual, y ahí hay todo tipo de gente.
Fui directora durante 11 años de la escuela Fe y Alegría en Italia para inmigrantes latinoamericanos, y a la vez trabajé en Fe y Alegría Argentina. Entonces, como trabajaba en Argentina, en este movimiento, mi congregación me pidió me pidió venir a coordinar esta escuela.
ZENIT: ¿Qué mensaje, y sobre todo, qué proposiciones concretas, va a llevar a España después de participar en este Sínodo?
María Luisa: Los jóvenes han pedido mucho –y yo también lo veo en mi tarea de acompañamiento– ser acompañados, ser escuchados, estar cerca, porque no solo el discernimiento –decían ellos, y es verdad– es para decidir si eres religioso o sacerdote, sino para muchas decisiones que hay que tomar en la vida, y yo lo siento en el acompañamiento espiritual que hago con las personas, que tengo que elegir carrera, que tengo que decidir novio/novia, que tengo que optar por decidir o aceptar un trabajo que me mandan a no sé donde…Estamos siempre decidiendo, ¿no? Entonces yo, si tengo que subrayar algo indicaría la escucha que indica la cercanía, la empatía, ponerse un poco en el lugar de los jóvenes de hoy, los que somos mayores tendemos a identificarnos con lo que fuimos o con lo que ya fue, y creo que hay que situarse en los jóvenes de hoy.
ZENIT: Hace unos días veíamos en Internet una iniciativa de mujeres católicas que piden poder votar en el Sínodo de los obispos, concretamente. ¿Qué le parece esta petición? Está siendo muy comentado por todos los que participan en el Sínodo, ¿cree que Francisco cambiará esto?
María Luisa: Yo espero que sí, por lo menos nos hemos empeñado mucho en que se oyeran esas voces. En una conferencia de prensa que dimos las religiosas en Radio Vaticana, me enteré de que había una petición de firmas, no me había llegado la noticia. Pero yo lo que sostengo es que para votar, primero hay que entrar –una cosa obvia–. Entonces yo para lo que estoy luchando es para que se amplíe la participación. Si uno participa, con pleno derecho tiene que votar. Entonces, es muy llamativo, –yo lo dije en mi grupo– es anti-testimonio que haya 10 superiores religiosos y 1 superiora general, que no puede votar, es una desproporción clamorosa.
Yo creo que si hay otro Sínodo, que lo habrá, yo creo que será de otra manera. También se habló el otro día de un Sínodo de las mujeres, y yo digo: “Con esta estructura no quiero Sínodo de las mujeres”, porque si va a haber 250 obispos y 30 mujeres (o 20 ó 25…). Entonces, si a mí me preguntan… porque claro, hay mucho derecho canónico por medio, no sé, yo no soy especialista, pero sería un Sínodo de pueblo de Dios, de Iglesia en sentido amplio. La jerarquía, por supuesto que es parte pero no solo. Entonces, jóvenes, ancianos… donde haya jóvenes, ancianos… monjas, gente soltera, gente divorciada… Esa es la Iglesia del Pueblo de Dios, que la sinodalidad tiene que ver que ver con el Vaticano II, es participación, es ampliación… Sínodo significa “todos juntos”, pues ¡todos juntos! No solo jerarquía y una proporción mínima. Hay que empujar la inclusión y la amplitud, en mi opinión.
ZENIT: ¿Cómo les trata el Papa en el día a día del Sínodo?
María Luisa: Estos días tengo unas fotos… ¡todas con anécdotas! Porque él se acerca a saludarme. Yo un día me puse en la fila para saludarle y hacerme la foto, y luego ya dije “ya está”. Pero el otro día pasó y yo me di cuenta de que me miraba y me dijo: A usted la he visto yo el otro día en la portada de la revista Vida Nueva. Me han puesto en la portada con un joven con un altavoz. Entonces me dijo: Sí, sí, la he visto. Entonces entramos en el ascensor, que estaba Baldisseri. Y subimos, y todavía en el ascensor, me dijo: “¡Pero que famosa es usted! El altavoz del Sínodo”. Y dije: “¡No, no! No exageremos, es el altavoz de los jóvenes, que me han buscado porque tengo mucha juventud acumulada, por nada más”. Se mató de la risa. Y el otro día salía él del ascensor, y estaba con unos compañeros esperando que pasara, y lo mismo, iba con el ordenador y me dijo: “¿Qué estás haciendo?”, digo: “Trabajando”. Dijo: “Bueno, pues si te cansas, este compañero tuyo, que tiene un buen licor… que te ponga una copa”, un portugués, de Radio Vaticana, jajaja, riéndose a carcajada limpia. Él rompe mucho el protocolo, es muy espontáneo.
ZENIT: Usted dijo que quiere defender la Iglesia desde dentro. Con este Papa, con este Sínodo… ¿Qué cosas cree que cambiarán?
María Luisa: Yo deseo que cambie la participación de la mujer, que se extienda, que se amplíe… que no puede ser que no haya presencia ni participación, y también en campos de responsabilidad de la Iglesia, porque no puede ser solo otro tipo de labores. Entonces, tomar partido como personas adultas dentro de la Iglesia, como se va haciendo… se va haciendo en la sociedad, es un ritmo lento, pero yo espero que sea así. Y también que sea un empuje, pero eso ya se tiene que hacer en cada diócesis, en cada lugar, en cada parroquia, para el mundo juvenil. Para el mundo juvenil, que yo no quiero verlo como un gueto: “Ay, estos son los jóvenes”, no. Un mundo que estemos interrelacionados, porque todos estamos con gente joven, con gente de mediana edad y con gente mayor, esas son las etapas de la vida, y no hacer guetos ni de ancianos, ni de jóvenes, ni de mujeres… No, yo soy de la inclusión. La diversidad. Es la mayor riqueza, y además es la realidad de la vida.

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Rosa Die Alcolea

Profesional con 7 años de experiencia laboral en informar sobre la vida de la Iglesia y en comunicación institucional de la Iglesia en España, además de trabajar como crítica de cine y crítica musical como colaboradora en distintos medios de comunicación. Nació en Córdoba, el 22 de octubre de 1986. Doble licenciatura en Periodismo y Comunicación Audiovisual en Universidad CEU San Pablo, Madrid (2005-2011). Ha trabajado como periodista en el Arzobispado de Granada de 2010 a 2017, en diferentes ámbitos: redacción de noticias, atención a medios de comunicación, edición de fotografía y vídeo, producción y locución de 2 programas de radio semanales en COPE Granada, maquetación y edición de la revista digital ‘Fiesta’. Anteriormente, ha trabajado en COPE Córdoba y ABC Córdoba.

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